"Ha faltado disciplina, orden y autoridad"

Lunes de respuestas firmes y decisiones contundentes. Samuel en el bote; Queiroz a la calle; Camacho amarrado y elecciones con fecha (11 de julio). Sin respiro. Florentino irrumpió con la primera sonrisa sincera que esboza desde la frustrante derrota de Montjuïc en Zaragoza (17 de marzo). Flanqueado por sus dos pitbulls de la junta directiva (Fernández Tapias y Abelló sólo lo acompañan en las grandes citas), el presidente blanco compareció en la sala de prensa del Bernabéu con varios ases en la manga. Su póker tapaba ese cuarto puesto humillante que ha cerrado el peor año deportivo desde el rocambolesco Madrid de Arsenio. Florentino no escondió sus cartas tras la tempranera junta directiva (empezó a las 11:20 horas): "Primero, hemos contratado a Samuel por cinco años, con un desembolso de 25 millones de euros; segundo, hemos destituido a Carlos Queiroz; tercero, hemos fi chado a Camacho para las dos próximas temporadas; y cuarto, hemos convocado Asamblea General para tener Elecciones a la Presidencia del Club el 11 de julio".

Un, dos, tres, cuatro... Cuatro golpes de efecto, cuatro directos a la mandíbula de una maldición que ha mancillado la imagen del Madrid en los dos últimos meses: "La verdad es que ha sido un Madrid desconocido; es muy difícil entender lo ocurrido en este tiempo", apostilló con cara de melancólica frustración.

Fue un discurso con un valioso poso autocrítico, que incluyó varias cargas de profundidad hacia la labor de Queiroz en estos últimos meses. "Nos ha faltado la disciplina, el orden y la autoridad necesaria para salir de ahí. Se puede entender el bloqueo mental de los jugadores tras perder la final de Copa, pero no la falta de disciplina y de autoridad del entrenador. Desde luego, no hemos dado un buen ejemplo en los últimos partidos... Por eso con la contratación de Camacho hacemos un cambio de rumbo radical en nuestra estrategia deportiva".

Un ejército de 120 periodistas intentaba arrinconar a un presidente que, como él mismo refl exiona, "ha vivido 46 meses de éxitos y dos muy malos. Nos duele en el alma el pobre final de temporada que hemos protagonizado. Ha sido muy triste para todos y hemos vivido una gran decepción".

FP estaba tan clarividente en su reflexión post morten (deportiva) que incluyó un verbo inusual pero muy revelador en su mensaje: "Hemos redignificado la institución en todos los planos desde que llegamos aquí. Por eso no podemos permitirnos otro año como éste. Vamos a luchar de nuevo por ser los mejores".

A medida que la comparecencia ante los Apache mediáticos iba entrando en harina, el presidente fue endureciendo el perfil de su discurso y radicalizó su defensa del tercer entrenador de su mandato: "Hemos fichado a Camacho porque queríamos un técnico español, madridista de toda la vida, procedente de la cantera y gran conocedor de la misma, un entrenador con autoridad y, lo que es más importante, con autoridad moral para ejercerla. Ha sido un nombramiento por unanimidad".

Un compañero sagaz tardó poco en ir al grano. "¿Cuando habla de falta de autoridad se refiere a Queiroz?". Sólo meditó 2,5 segundos la respuesta. "Pues sí. Yo soy el primero que me pongo la culpa de lo ocurrido como presidente que soy, pero hay que reconocer que con Queiroz nos hemos equivocado. El desorden, la falta de disciplina colectiva y la mala administración de la plantilla han sido responsabilidad suya. La culpa es de todo el mundo, pero ha sido imposible entender a este Madrid irreconocible".

También tuvo que sacar el capote Florentino cuando escuchó la pregunta del millón: "¿Se equivocó usted no renovando a Del Bosque y permitiendo la marcha de Makelele?". Respuesta sincera y sentida: "Mire, yo no estoy triste por haber perdido. Eso siempre puede ocurrir. Lo que me duele es cómo se ha perdido. Por eso creo que la decisión de no renovar a Del Bosque en su día sí fue acertada, lo que no quita que asumamos el error cometido con la elección de su sucesor. Además, lo ocurrido en estos dos últimos meses no tiene nada que ver con la presencia o no de Makelele".

Florentino recuperó la sonrisa cuando tocó de nuevo el turno de Camacho: "Después de hablar con él me he dado cuenta de la ilusión que tiene por liderar este proyecto deportivo. Camacho tiene ese perfil en su personalidad que buscábamos dado que es un profesional que transmite orden, entusiasmo y autoridad, lo que más falta nos hacía. Pasamos a un tipo de entrenador diferente. Ahora primará la autoridad aparte de su saber como técnico".

Artillería final y últimas escaramuzas. "Presidente, ¿qué pasará con Florentino? ¿Tanto poder tiene el dinero de Abramovich?". Florentino se gusta en la respuesta: "No olvide que Samuel, del que dicen que es el mejor central del mundo, ha renunciado a mucho dinero por jugar aquí, dado que la oferta del Chelsea era muy superior. En este Madrid no queremos dudosos. El que se quede debe ser un entusiasta por estar aquí. Si alguien quiere irse que traiga una oferta por escrito y la estudiaremos". Roberto, crack, oído cocina.

En la recta final aclaró que Morientes "es jugador del Madrid hasta el año 2006 y Camacho será el que decida si se queda o no". Descartó el fichaje de Van Nistelrooy ante el desmentido oficial del Manchester: "Es normal que digan eso porque nosotros no hemos hecho nada por ficharle". Se levantó Abelló (mirada fría tipo Lee Van Cleef) y, poco después, Florentino resopló feliz. Prueba superada. El 11 de julio empieza otra era. La de Camacho. Vuelve el hombre.