Baptista anima el mercado de junio

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Baptista anima el mercado de junio

Baptista anima el mercado de junio

La Bestia tiene una cláusula de 36 millones, una cifra asumible para los grandes clubes

Habría que preguntarse si los grandes de Europa que persiguen a Baptista deberían volver sus ojos hacía Monchi, que ha demostrado que tiene un ojo de lince. Sin ninguna duda, aparte Ronaldinho, el gran fichaje del año ha sido el brasileño del Sevilla Julio Baptista.

Por estos dos jugadores hay tortas. En Sevilla están que trinan porque el Barça ha pasado a la acción: Laporta y Rossell, los capos culés, están en Belo Horizonte para convencer a la Bestia. Los 36 millones de euros que Del Nido le puso de cláusula se han quedado cortos.

El éxito arrollador de Ronaldinho, capaz él solo de darle un agua a la galaxia en el Bernabéu, ha animado al Barça a seguir por esa linde. Ya tiene a Belletti, fichado del Villarreal, y ahora quiere hacer el repóker con Baptista y Luis Fabiano, el delantero del Sao Paulo que, pese a haber estado sometido a tratamiento psiquiátrico para superar su adicción a pegar a los defensas, ha vuelto a salir máximo goleador del campeonato.

El Real Madrid, que ve las maniobras del rival, se encuentra en una encrucijada. Las elecciones deberían paralizar la actividad, pero no va a ser así. Porque comprar después de la Eurocopa puede resultar bastante más caro que hacerlo ahora. Y, claro, moral se puede perder un poco; euros, ninguno. Anunciado Samuel, están en marcha las operaciones de Baraja, Totti y Vieira, entre otras.

Esta temporada habrá migraciones. La de Samuel Etoo será espectacular. Y en el Celta se pueden encontrar gangas: Mostovoi, Cavallero, Luccin, Jesuli, Juanfran... No saldrán mal de precio los que un día dejó el Real Madrid: Valdo, Luis García o Etoo, la mitad de cuyo traspaso irá a parar al Bernabéu.

Los clubes tienen más dinero que hace un año. El renovado contrato de televisión ha traído euros frescos, y el mercado se mueve, y se mueve al alza por mucho que lo santones del G-14 se empeñen en avisar de la necesidad de controlar el gasto. Esto es fútbol, y no el Ibex-35.