El Real Madrid tiene muy avanzadas las negociaciones para las contrataciones de Xabi Alonso, centrocampista de la Real Sociedad; Phillip Lahm, lateral del Stuttgart y de la selección de Alemania; y de Anderson Luiz Da Silva, Luisao, central del Benfica.

Estos tres futbolistas son una petición expresa del nuevo entrenador, José Antonio Camacho, quien además ha ofrecido alternativas por si, en alguno de los casos, se complican los fichajes: el también internacional alemán Andreas Hinkel y el defensor de River Plate Ariel Garcé. En todos los casos se trata de jugadores polivalentes, lo que prueba que Camacho tiene la firme intención de hacer rotaciones en el Real Madrid, una táctica inédita en las últimas cuatro temporadas.

También queda probado con las peticiones del entrenador que su gran apuesta es reforzar la defensa del equipo con jugadores que no vienen de la cantera, lo que es igualmente inédito en el mismo período de tiempo.

La intención del Real Madrid es resolver estos fichajes antes de las 20:30 horas de pasado mañana, viernes. Y también por dos razones muy concretas: porque ese día Florentino Pérez presentará la dimisión para acudir a la reelección y porque el precio de los futbolistas implicados puede elevarse considerablemente si hacen, como es previsible, un buen papel en la Eurocopa de Portugal, que comienza el sábado.

Camacho le hizo las peticiones al presidente hace una semana y desde entonces se está negociando con los futbolistas y con sus clubes.

El objetivo prioritario es conseguir a uno de los dos laterales de la selección de Alemania: Lahm o Hinkel, y por este orden. El problema que plantea la contratación del primero es que aunque juega en el Stuttgart pertenece al Bayern de Munich, quien no quiere dar facilidades al que considera gran rival en Europa. En cuanto a Hinkel, ha ido a Portugal con su selección, pero arrastra una lesión de tobillo que siembra dudas en el cuerpo técnico y médico del Madrid. Y con el precedente de Milito...

Los otros asuntos que quiere resolver Florentino Pérez antes de renunciar a la presidencia son la renovación de Roberto Carlos y la continuidad de Fernando Morientes. Con el brasileño hay un principio de acuerdo: tres años más y un cuarto si en el tercero juega más de 30 partidos. Con Morientes todo es más complicado: no quiere estar a la sombra de Ronaldo. Pese a todo Camacho trata de convencerle prometiéndole partidos.