El sábado iba a intentar usted el récord de España de pértiga en Almería y, de repente, ¡se puso a bailar!

Es que por megafonía pusieron Black Eyed Peas, de Sarah, una canción que me gusta mucho y que además también había sonado en el Nacional de pista cubierta, donde gané. Como en Almería ya era campeona, estaba eufórica, y, además, todo el público me estaba apoyando.

Luego derribó el listón a 4,50. ¿Para cuándo esa medida?

Pensé que iba a caer este sábado, en el Campeonato de España. Será asequible pronto.

Empezó a practicar atletismo al acompañar a sus padres, corredores populares, a las pistas de Málaga. Ya les ha hecho pasar de la carrera a la pértiga.

Ahora tienen menos tiempo para practicar deporte, por razones de trabajo, pero siempre tienen un hueco para verme competir. Sí, ya les gusta más la pértiga que las otras pruebas. Este fin de semana estuvieron en Almería, apoyándome.

Esta es una prueba muy joven y sin embargo se ha convertido en una de las más atractivas. ¿Qué ha pasado?

Que es muy bonita, que se baten los récords con relativa frecuencia, que en España, por ejemplo, la pelea entre Naroa Agirre (la recordwoman nacional) y yo es muy emocionante...

Tiene aprobado segundo de Comunicación Audiovisual. ¿Tiene ya ofertas para trabajar en la radio o la televisión?

Alguna he tenido sí, para colaborar, pero ahora no puedo aceptarlas. Lo haré cuando acabe la carrera y cuando el deporte me deje más tiempo... si es que las ofertas vuelven a producirse.

Acudir por primera vez a los Juegos Olímpicos y hacerlo a Atenas. ¡Casi nada!

Ya lo estoy saboreando. Pienso disfrutar a tope cada minuto, en el estadio y en la Villa.

Usted tiene un psicólogo. ¿Es importante?

Me ayuda a competir mejor.

Se tumba usted en un diván y comienzan a hablar... ¿De qué?

No hay que caer en los estereotipos de la tele. No hay diván. Se trata de controlar el nivel de ansiedad y de visualizar la prueba, sobre todo. Hay sesiones de hipnosis. Me ayuda mucho.

Quiere decir que en esas sesiones se queda dormida, hipnotizada?

La sensación es la de quedarse como dormida, sí, pero no del todo. Desde luego, después me acuerdo de pocas cosas.

Y cuando conoce a un chico y le cuenta que usted salta pértiga, ¿qué le responde?

Al principio se quedan admirados y me dicen que eso debe ser una cosa muy difícil.

Y aparte de la pértiga, ¿que otras cosas hace?

En esta época, entrenarme, competir, viajar, descansar, leer, escuchar música, estar con mi gente...

¿Y la playa de Málaga?

Qué no falte, por supuesto.