Por sabido y necesario no deja de ser igual de triste: ya se ha iniciado la demolición del Pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, luego Pabellón Raimundo Saporta. Inaugurado como un regalo de Reyes Magos el 6 de enero 1966, por su parqué han pasado los mejores jugadores de Europa, y casi del mundo. Incluso en la época en que los NBA no salían de sus fronteras, también se exhibieron en el recinto, cuando aquellos gigantes estaban tan lejos de lo que se estilaba en el resto del Mundo.

El elenco de figuras estelares propias es impresionante: Emiliano, Luyk, Brabender, Corbalán, Fernando Martín, Delibasic, Dalipagic, Drazen Petrovic, Herreros, Arlauckas, Sabonis, Kurtinaitis, Djordjevic, Bodiroga... Pero es que además en el fenecido Pabellón se vivieron los duelos más inolvidables de Europa por parte de esa pleyade de jugadores que ha dejado huella indeleble. Para ser de verdad reconocido en Europa había que haber pasado por el santuario del equipo europeo más galardonado de la historia.

Para los madridistas de siempre, estos días son tristes, aunque el fichaje de Felipe Reyes, en una época discreta, ayuda a mejorar el ánimo.