La española María Quintanal se ha convertido en la primera deportista española en lograr una medalla en los Juegos Olímpicos de Atenas, al obtener un total de 84 aciertos en la prueba de tiro olímpico en la modalidad de foso (trap), disputada en el campo de tiro de Markopoulo, en la tercera jornada de los Juegos Olímpicos de Atenas.

La vasca, afincada en Las Palmas de Gran Canaria, actual campeona del mundo, ha cometido 6 fallos en la final, pero la sustanciosa ventaja con la que ha finalizado la fase clasificatoria le ha permitido mantener la segunda plaza por detrás de la campeona olímpica, la australiana Suzanne Balogh, que ha logrado romper 88 platos, mientras que la coreana Bo Na Lee ha sido bronce, con 83.

La competición de tiro en la modalidad de foso olímpico cuenta con tres series, en la que las deportistas realizan dos disparos a 25 platos en cada una de ellas, y al término de las mismas se suma el número de platos rotos para determinar la relación de finalistas, reservada a las seis primeras.

Las tiradoras disponen de una nueva partida de 25 platos, cuyo resultado suman al número de aciertos con el que pasan a la final.

Una buena clasificatoria

La española, que inició esa ronda última con un fallo en el doble disparo al primero de ellos, enmendó pronto con cinco aciertos consecutivos para mantener la opción a la medalla de plata, reforzada por la privilegiada posición que se había ganado en la serie clasificatoria.

La coreana Bo Na Lee, la peor de las seis finalistas en la previa, donde había roto 60 platos, se mostraba como la más regular en la tanda definitiva, en la que falló su primer plato en el décimo tercer disparo, junto a la estadounidense Whitly López, que no cometió su primer error hasta el siguiente lanzamiento.

Aguantando la presión

Aguantó Quintanal con aparente tranquilidad la presión de recortar la distancia hacia un podio, esquivo hasta esta tarde con los deportistas españoles.

La tiradora española encarrilaba la gloria del éxito olímpico a medida que transcurría la final y sus adversarias, sobre las que tenía una considerable ventaja aumentaban sus errores.

No acertó la vasca en su doble disparo a otros cinco platos, al fallar cuando disparaba a su intento a los que correspondían a los números 7, 10, 18, 21 y 23, pero estos fallos, que unido al primero contabilizaron un total de seis no le han impedido a Quintanal encarar los últimos instantes de la final con cierta holgura.

Cuando las seis finalistas agotaban los cartuchos en la final olímpica se oyeron los primeros aplausos de los aficionados australianos para premiar el título de campeona olímpica de Balogh, que al alcanzar los 86 se aseguraba el oro, y a continuación se escucharon los de los seguidores españoles vitoreando la medalla de plata de Quintanal.