Borzakovskiy deja para siempre sin oro a Kipketer

Aunque menos sonado, el caso del danés de origen keniano Wilson Kipketer era el mismo que el de Hicham El Guerrouj: campeón mundial y plusmarquista del mundo, pero sin el oro olímpico. El marroquí ha saldado cuentas con la historia, y de qué manera, en estos Juegos. Kipketer se queda para siempre sin oro y sin laurel, porque cumplirá pronto 34 años y el tiempo es un juez implacable.

Fue el ruso Yuriy Borzakovskiy quien se alzó con la victoria en un final trepidante. Corrió atrás durante casi toda la prueba, fue remontando terreno, llegó a la recta final en quinta posición y atacó con fuerza, hasta vencer con 16 centésimas de ventaja. Era el único de los competidores nacido en Europa. Dejó la plata para el surafricano Mbulaeni Mulaudzi y el bronce para Wilson Kipketer, que no pudo competir en Atlanta 1996 porque le vetó su país natal y que en Sydney 2000 sólo pudo ser plata.

En cuanto a Borzakovskiy, el flamante campeón, tiene sólo 23 años y ya fue sexto en aquella final olímpica australiana, cuando era un imberbe de 19. Es vigente subcampeón mundial y olímpico, y en pista cubierta lo ha ganado todo. Es un genio de los 800 metros, pero también un hombre irregular, capaz de lo mejor y de lo peor. Ayer lo bordó y recordó a los grandes finisseurs de la historia.