Tiger gana el Masters y vuelve a ser el rey

Golf | Masters de Augusta

Tiger gana el Masters y vuelve a ser el rey

Tiger gana el Masters y vuelve a ser el rey

Acabó la lluvia, salió el sol y Tiger Woods ni se inmutó. Ni su bajón de juego en la última vuelta le impidió tener la sangre fría suficiente como para liquidar a Chris DiMarco en el desempate final del Masters de Augusta. Vuelve a ser el dueño del número uno mundial y del corazón de todo golfista.

Tiger Woods ya tiene cuatro chaquetas verdes en el armario. Llevaba tres años sin actualizar el modelo, pero en la tarde del domingo del Augusta National dio un paso más en la historia del golf ganándole el Masters en el primer hoyo de desempate a su compatriota Chris DiMarco, que no se había visto jamás en otra igual. Este triunfo culmina el regreso, quién sabe si eterno, de Tiger al número uno mundial después de dos años de titubeos, boda y swing en reparación. Woods no ganaba un Grande desde el US Open de 2002.

Una victoria normal no hubiera tenido la misma repercusión, por eso Tiger Woods eligió dramatizar su cuarto Masters hasta el límite. Embocó un chip imposible en el hoyo 16, el par 3 del lago, con una caída de bola para la cámara. Su approach para el birdie quedó colgando del agujero, la realización enfocó la bola marcada por el símbolo de Nike, en primer palo. En menos de cinco segundos dio la media vuelta necesaria para que esa aleta millonaria quedara engullida por un hoyo antológico. Los dos bogeys siguientes sólo fueron una manera de homenajear la figura de Chris DiMarco, un digno rival al que el playoff le superó por completo, y más viendo que Tiger se había reservado para certificar el torneo otro maravilloso putt con suspense de no menos de cuatro metros.

Los números que ha acumulado el número uno mundial le auguran una rápida subida a los altares del golf y, más aún, teniendo en cuenta la repercusión mediática que tiene alguien capaz de superar en logros al mismísimo Jack Nicklaus. Tiger ha conseguido a sus 29 años lo que el Oso Dorado a los 32, el cuarto Masters. Ya acumula nueve torneos del Grand Slam, como Ben Hogan y Gary Player, y ya tiene a tiro los once de Walter Hagen... y no tanto los 18 de Nicklaus. ¿Cuántos años le quedan de buen golf? Los que quiera, con su nueva esposa y el swing que le ha diseñado Hank Haney, profesor que trabajó con él en secreto hasta depurar todos los swings que de tan perfecto que era resultaba fácilmente quebrantable. Cosas del golf.

La bolsa del torneo, 1.260.000 dólares, no es comparable con el topetazo que le ha dado a todos los que querían ocupar el cetro del golf mundial. Desde el zurdo Mickelson hasta el surafricano Els (el gran perdedor del fin de semana) pasando por un Vijay Singh que paga su descenso al segundo lugar del ránking con ataques de nervios y protestas a los jueces del torneo. De la Pandilla de los Cuatro se ha salvado Woods, ganador en la tabla y vencedor moral. Mickelson, dicen que son enemigos hasta el fin, tuvo el honor de ponerle anoche la chaqueta.

Hacia el Grand Slam.

A sus 29 años, los retos de Tiger pasan por echarle un órdago a la historia o lo que es lo mismo, conseguir el Grand Slam, encadenar los cuatros Majors del año. El primero ya lo tiene, y ahora le falta el US Open, el Británico y el PGA. El golf recobra pues el interés que perdió cuando creía haber despedido del primer plano a un Tiger Woods recién casado con una modelo sueca, Elin Nordegren. No estaba de fiesta, sólo había pedido permiso para marcharse a descansar y ordenar prioridades. Lo ha hecho, y por el momento le ha mostrado el camino del infierno a muchos compañeros.