Kelli White relata ante la AMA el infierno del dopaje

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Kelli White relata ante la AMA el infierno del dopaje

Kelli White relata ante la AMA el infierno del dopaje

reuters

"Me sentí como una cobaya", dice la ex velocista.

La estadounidense Kelli White, desposeída de los títulos mundiales de 100 y 200 metros de París 2003 tras dar positivo en un control, ha descrito ante la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), reunida en Montreal (Canadá), toda su relación con las sustancias prohibidas, periodo de su vida del que dice haberse arrepentido. El diario francés L'Equipe publicó el relato en su edición de ayer.

Kelli White confiesa que comenzó a doparse en 2000. Su entrenador, Remi Korchemmy, le puso en contacto con Victor Conte, director de los laboratorios Balco. "Al principio me dijo que se trataba de tomar complementos alimenticios, proteínas, vitaminas y bebidas energéticas, pero luego me dijeron que había que consumir THG (un anabolizante entonces indetectable), EPO, un producto masculinizante y una mezcla de estimulantes".

Accedió a todo porque su entrenador le decía que no tenía calidad natural suficiente, que el dopaje era necesario. En 2003 su dopaje era ya masivo. "Los resultados fueron increíbles: doblé mi carga de trabajo y estaba en condiciones de ser la mujer más rápida del mundo".

Pero si los resultados en mejora del entrenamiento fueron impresionantes, no menos lo fueron los efectos secundarios: "Mi ciclo menstrual fue totalmente perturbado y tenía la regla cada quince días. Me salió acné en la cara y el tórax y mi voz se transformó de manera increíble. Mi tensión arterial se disparó y pasó mucho tiempo hasta que se normalizó".

Sin miedo.

Dice Kelli White que "había oído decir que la THG sólo se había experimentado en animales y nunca en personas, pero no tenía miedo porque detrás de todo esto estaban Victor Conte y los médicos".

La EPO, sin embargo, sí le causaba un cierto recelo: "Me preocupó que con la EPO me subiera tanto el hematocrito. Mi entrenador me recomendó que bebiese más agua".

Reconoce que se sintió "como una cobaya" en el sentido de que parecían experimentar con ella, y dice que se dopó "por muchas causas, pero sobre todo por dinero. Comencé a ganarlo, a tener mi plaza reservada en las zonas de calentamiento, a viajar en condiciones lujosas. Cuando ganas vas en limusina".

Kelli White confiesa ahora que está arrepentida de todo aquello y apunta a los técnicos, para los que pide sanciones: "Ellos tienen la llave del dopaje". Y denuncia: "Remi Korchemmy sigue entrenando atletas".

Pasó 17 controles, todos negativos, en 2003

Kelli White confesó ante la AMA que en el año 2003 pasó nada menos que 17 controles antidopaje, tanto en competición como por sorpresa, y que siempre dio negativo. En los Mundiales de ese año ganó en 100 y 200 metros, pero dio positivo con Modafinil, un estimulante. "Estaba muy tranquila y no tenía miedo. Sabíamos que la EPO sólo se buscaba a partir de los 400 metros", confiesa la ex atleta, que no se explica cómo no daba positivo con los estimulantes, que sí se buscan en los controles antidopaje que se hacen a los sprinters. Dio positivo con Modafinil y argumentó que tenía narcolepsia desde niña. "Era mentira. Dije lo que me aconsejó Victor Conte. Unas horas antes no sabía ni que esa palabra existía". Fue castigada con dos años de inhabilitación y se anularon todas sus marcas y títulos desde el 15 de diciembre de 2000. Se proclama arrepentida.