"Ver cómo se entrenan en China fue perturbador"

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"Ver cómo se entrenan en China fue perturbador"

"Ver cómo se entrenan  en China fue perturbador"

REUTERS

Los métodos de entrenamiento en China están en el punto de mira y más después de que el ex miembro del COI Matthew Pinsent dijera que "se abusa de los chicos" tras visitar una escuela. En la gimnasia la dureza impresiona, pero en los Mundiales los chinos fueron segundos en medallas.

Sir Matthew Pinsent, ganador de cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos en remo y ex miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), no podía imaginarse un entrenamiento más duro que el de bogar y bogar en jornadas interminables. Pero parece que lo encontró hace pocos días en China, y con niños como protagonistas.

El remero británico, que se encontraba en China elaborando una serie de reportajes para BBC Radio Five, no pudo evitar contar su experiencia a su llegada a Inglaterra tanto en la cadena como en varios periódicos. "Ver cómo se entrenan fue perturbador. Acabé tremendamente conmocionado al ver las cosas que hacían. Ya sé que en la gimnasia se debe comenzar muy joven, pero no pude evitar sentirme conmocionado. Es un programa de entrenamientos brutal, aunque ellos dicen que es lo que se necesita para hacerlos duros", relató Pinsent, que visitó la escuela Shishahai (las fotos de este reportaje fueron tomadas allí), donde cuarenta niños se preparan en el mismo régimen que otros 300.000 en toda China. En academias donde se moldea el engranaje de una máquina deportiva que llegó a ganar 63 medallas en Atenas 2004 y amenaza con superar la cifra en Pekín.

El 8 de agosto de 2008 se encenderá la antorcha en el Estadio Nacional, una estructura futurista que se asemeja a un nido de pájaro que cambia de color, diseñada por los prestigiosos arquitectos Herzog&De Meuron. Un brindis al futuro que no esconde un sistema estatal de entrenamiento riguroso que programa la vida de sus deportistas al más puro estilo soviético para conseguir éxitos. Eso es lo que pudo ver el equipo de la BBC, algo que China tampoco esconde a los ojos de los periodistas o de las comisiones del COI que les visitan continuamente para ver la evolución de las instalaciones olímpicas.

"En mi opinión, creo que se estaba abusando de esos chicos. Ya sé que la relación entre los entrenadores y los niños, y los padres y los niños es diferente en China, pero eso es pasarse de la raya, está por encima de cualquier comportamiento normal", analizó Pinsent, que fue testigo de cómo niños de cinco años sentían dolor con el entrenamiento y cómo un técnico pegó a uno de sus alumnos dejándole marcas en la espalda. "Cuando les pregunté a los responsables -siguió contando-, me contestaron que los castigos físicos son contrarios a la ley, pero que había padres que los permitían".

El asunto ha causado gran impacto en Gran Bretaña y una portavoz del COI, Giselle Davies, tuvo que salir al paso, ya que numerosas organizaciones pro derechos humanos criticaron en su día la designación de Pekín como sede olímpica. "Sin duda, los abusos físicos van contra los valores olímpicos, pero sólo podemos juzgar hechos contrastados". La vida fuera de Occidente es dura; el entrenamiento, también.