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Atletismo | Mirando a la historia

Carl Lewis le igualó 48 años después

Lewis fue el heredero de Owens y alcanzó los mismos oros olímpicos que él en unos Juegos. Mientras Jesse se retiró porque en aquel tiempo el atletismo no daba dinero, El Hijo del Viento se ha hecho multimillonario.

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Carl Lewis igualó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 las cuatro medallas de oro conquistas por Jesse Owens en los de Berllín 1936. Tuvieron que pasar nada menos que 48 años, casi medio siglo, para que otro atleta estadounidense, y también de Alabama (Birmingham) lograse igualar al que fue considerado como el mejor deportista de la primera mitad del siglo XX y que aún hoy sigue siendo un mito. Nadie después ha vuelto a conseguirlo. Marion Jones intentó ganar esas mismas cuatro medallas, más la del relevo 4x400, en los Juegos de Sydney 2000, pero fracasó: fue campeona en esta prueba, en 100 y en 200, pero sólo bronce en longitud y en 4x100.

El Hijo del Viento, que asombró con sus victorias en el Memorial Coliseum de Los Ángeles, consiguió la proeza con 23 años, uno más de los que tenía Owens en aquel verano casi prebélico de 1936. Al contrario que Jesse, que se retiró del atletismo casi inmediatamente después de alcanzar la gloria, Lewis permaneció en activo muchos años, e incluso subió a lo más alto del podio en longitud en Atlanta 1996, doce años después de su hazaña.

En este salto, Carl tiene un récord compartido con el también estadounidense Alfred Oerter, lanzador de disco: vencer en cuatro Juegos consecutivos. Nadie más lo ha conseguido históricamente en el atletismo. Lewis se impuso en esta disciplina en Los Ángeles 1984, en Seúl 1988, en Barcelona 1992 y en Atlanta 1996.

Mientras que Owens tuvo que abandonar el atletismo para poder vivir, y pasó grandes apuros financieros, Lewis se hizo multimillonario y fue un precursor del superprofesionalismo, muy exigente económicamente ante los organizadores, consciente de que las reuniones ganaban dinero gracias a atletas como él. En ese sentido, marcó el camino.