¿Cómo se encuentra después de las celebraciones y la controversia del pasado Tour?

Bien, he intentado seguir con la rutina y entrenarme lo que ha estado en mi mano. Por las mañanas he realizado tres horas de carretera como poco, pero por las tardes no he podido hacer casi nada debido a todo el alboroto que se ha armado.

¿Ya se considera el ganador de la carrera francesa?

Sí, porque si alguien ha hecho trampas lo lógico es que sea castigado. La verdad, me duele por Floyd Landis, que es mi amigo. Es triste que te quiten un triunfo así, aunque también yo cuajé una gran carrera y creo que soy el justo vencedor.

¿Y cuáles han sido sus sensaciones tras la Clásica a los Puertos?

Bastante positivas, estuve mejor de lo que esperaba. Todavía no tengo el ritmo de competición adecuado, pero me vi bien y estoy contento por haber acabado sin problemas.

¿Cómo se ve de cara a afrontar la Vuelta?

Estoy muy cansado, sobre todo psicológicamente, por lo que ha sucedido a mi alrededor. He entrenado lo que he podido pero me falta ritmo. De todos modos, la forma del Tour no se pierde en un mes, así que espero estar de nuevo a tope con el calentón de Guadarrama y los cuatro primeros días de la Vuelta.

¿No ha entrenado al máximo?

No es eso, he rodado entre tres y siete horas. El problema es que no he descansado nada desde que acabó el Tour. No he tenido tiempo material para reposar. Por las tardes he ido de un lado a otro sin parar de cumplir diversos compromisos y eso, al final, lo acabas pagando. Tanto física como anímicamente.

¿Qué espera de la Vuelta?

En principio Valverde y yo compartiremos los galones del equipo. Evidentemente, los dos queremos aspirar a todo en la carrera. En mi caso, espero no perder tiempo en las primeras jornadas para ir cogiendo la forma durante la prueba. Lo que quiero es llegar bien a la última semana para lograr una clasificación general satisfactoria.

¿Cómo ve a su compañero Alejandro Valverde?

Considero que está mucho más fresco y más rodado que yo. También tiene unos cuantos días de competición en las piernas, como San Sebastián y Urkiola, así que apuesto por él para ganar la Vuelta a España.

¿Le molestaría tener que trabajar para él?

En absoluto. Alejandro y yo somos buenos compañeros y buenos amigos. Las circunstancias de la carretera serán las que coloquen a cada uno en su sitio y dictarán si alguno tiene que trabajar para el otro.

¿Estará más vigilado que en el Tour de Francia?

Es algo normal. Después del Tour, en el que tuve libertad, es evidente que me van a marcar más de cerca y voy a estar más controlado. Tengo que aprender a vivir en este nuevo mundo.

¿Siente más presión ahora?

Se me presta más atención y soy el centro de muchas miradas, pero mi forma de ser y de correr no va a cambiar.