Los amigos de George Foreman y los expertos en boxeo de Estados Unidos están sorprendidos de que el antiguo campeón de los pesos pesados, estrella del marketing y actual sacerdote, haya resucitado una botella con agua adulterada como la razón de su derrota en la pelea más famosa de todos los tiempos contra Muhammad Ali en Zaire, hoy la República Democrática del Congo, el 30 de octubre de 1974. "Entonces George sospechaba de todo y pensó que alguien le había colado antes de la pelea el agua con mal sabor a medicina. Años después se olvidó de ello pero ahora estoy sorprendido de que lo haya vuelto a sacar", ha afirmado Bill Chaplan, que era el publicista principal del boxeador, famoso ahora en Estados Unidos por sus anuncios de parrillas.

Foreman ha presentado esta semana su libro God in My Corner (Dios en mi esquina) en el que habla de su vida deportiva y espiritual como sacerdote en una iglesia protestante de Houston. En sus memorias señala que a primeras horas de la mañana de la pelea Dick Sadler, su preparador, le dio una botella de agua que sabía rara. "En todas las peleas tomaba agua especial pero ésta me pareció que tenía medicina dentro. Le pregunté (a Sadler) y me dijo que era la misma de siempre pero subí al cuadrilátero con sabor a medicina en mis labios".

Gene Kilroy, mánager de Ali en este combate, dice que el cansancio que alega Foreman no se lo produjo agua drogada alguna y que antes del combate Ali estudió las peleas de Foreman y vio que en la que disputó contra Joe Frazier se quedaba sin aire a mitad del combate. "Ya lo tengo, se queda sin fuerzas. Verás cuando lleguemos al cuarto... al quinto... al sexto asalto y George se haya quedado sin combustible. Allí arriba no hay gasolineras para recargar", comentó Ali, según su antiguo mánager.