La escapada del día fructificó desde el primer momento, porque al Euskaltel le 'ponen' los Pirineos: Rubén Pérez atacó en el kilómetro 9 y se llevó consigo a 27 hombres, de los que 13 eran españoles. A medida que se acercaba la primera ascensión, los ataques entre los escapados acabaron por definir un grupo de seis, cinco de ellos españoles.

El puerto de Pailhères sometió al grupo de escapados a una paulatina selección de la que primero se cayó Kuschynski, quedándose solos los cinco españoles: Iván Gutiérrez (Caisse d'Epargne), Txurruka, Rubén Pérez (Euskaltel), Barredo (Quick Step) y Colom (Astana).

Es la tercera ocasión que el Tour pasa por este larguísimo puerto de categoría especial (más de 20 kilómetros de ascensión). En 2003, Juanmi Mercado, que lidera en esta edición al equipo Agritubel, coronó en primer lugar la cima, en la etapa que acabó en Plateau de Bonascre con victoria de Carlos Sastre.

El precedente de 2003 daba motivos para creer que en esta etapa podría llegar la primera victoria de etapa española en este Tour, y más aún viendo el buen ritmo al que subían los cinco escapados, que mantenían la diferencia con el pelotón en torno a los cinco minutos.

Adiós a Vinokourov

Los dos Euskaltel subieron Pailhères a ritmo y dejaron atrás a Gutiérrez y a Barredo, quedando a su rueda el 'kazajo' Colom. La estrategia de Astana pasaba por tener a Colom a punto para ayudar a sus líderes cuando la situación fuera propicia, es decir, cuando Vinokourov o Klöden se decidieran a atacar. Sin embargo, ocurrió lo que nadie esperaba: Vinokourov se empezó a quedar.

El kazajo se iba descolgando poco a poco, e incluso tuvo que bajar a la cola del pelotón a recibir asistencia médica. El avión que voló bajo ayer en Albi tenía problemas en el motor.

En esas estaba Vinokourov cuando la noticia llegó a la cabeza del pelotón y los daneses se pusieron a tirar en serio. El pelotón subió Pailhères prácticamente en fila de a uno y 'Vino' se dejó allí sus opciones.

Mientras, la 'Armada' de cabeza de carrera permitió la reincorporación de Iván Gutiérrez, y coronaron Pailhères -Rubén Pérez en cabeza- con tres minutos de ventaja sobre el pelotón de los favoritos, en el que Rabobank seguía imponiendo un ritmo infernal.

Vinokourov, quién lo iba a decir ayer, se dejó 5 minutos con Rasmussen y el resto de favoritos en la cima de Pailhères. Todo el trabajo realizado en la crono, a la basura.

Subida demoledora

El pueblo de Aix-les-Thermes sirvió de respiro antes de pensar en el terrible final de etapa que esperaba a los ciclistas: la ascensión a Plateau de Beille, un puerto relativamente nuevo en la 'grande boucle' donde solo han ganado dos grandes: Marco Pantani en 1998 y Armstrong en 2002 y 2004.

Plateau de Beille son 15 kilómetros tendidos que parecen no acabar nunca. El pelotón de favoritos, reducido a diez personas, dejó por el camino a Mayo, Valverde y Pereiro, mientras Toni Colom seguía lanzado hacia la cima -siempre en torno a 2 minutos respecto a los favoritos-.

Yaroslav Popovych fue el encargado de hacer el trabajo sucio para Leipheimer y Contador, y la gasolina se le acabó a falta de 8 kilómetros para la meta, momento en el cual se empezaron a suceder los ataques: Leipheimer, Rasmussen, Soler, Contador, otra vez Soler,...

Ataque de Contador

El 'hachazo' lo dio el ciclista revelación de este Tour: a falta de 5,5 kilómetros Alberto Contador atacó y parecía que dejaría atrás incluso a Rasmussen, pero lo que consiguió el de Pinto fue descartar al resto de corredores y traerse consigo solo al danés. Por entonces, Klöden ya perdía más de un minuto y Valverde dos y medio, completamente descartados para la victoria de etapa.

Rasmussen y Contador tardaron poco en sobrepasar a Colom, que, completamente fundido, se dedicó a ayudar a Klöden. En la cabeza de carrera no hubo ningún tipo de acuerdo, y los cuchillos se afilaban a medida que se acercaba la línea de meta. Contador estaba más cerca que nunca de la victoria, y no dio un solo relevo a Rasmussen en la subida.

El danés lanzó el ataque a falta de 200 metros, pero la arrancada posterior de Contador dejó atrás al líder y le sirvió para ganar la etapa, presentando así sus credenciales a la victoria en el Tour, ya sea en esta edición o posteriores. El palmarés de Plateau de Beille ya tiene sucesor para Armstrong, y es de Pinto: se llama Alberto Contador.