64 años y 64 casillas en el tablero

Yo digo | Paco Vallejo

64 años y 64 casillas en el tablero

Una de las frases más conocidas de Bobby Fischer es aquella que dice que "el ajedrez es la vida". Curiosamente ha muerto con 64 años, como 64 casillas tiene un tablero de ajedrez. Un guiño más del destino, otro episodio curioso para la leyenda de un jugador excepcional que marcó toda una época. El estadounidense tuvo una carrera meteórica, convirtiéndose en el más joven de la historia en alcanzar el grado de gran maestro con 15 años. Destacaba por la preparación de sus aperturas, su buena técnica en los finales y su enorme capacidad de cálculo, ya que su cociente intelectual se dice que era superior al de Albert Einstein. En definitiva, fue un personaje muy brillante para el mundo del ajedrez, pero tremendamente extravagante, con muchas ideas discutibles en sus últimos años. Su vida fue difícil. Por mi edad (24 años) no viví su época, pero tengo el recuerdo de haber jugado con diez años frente a Zita Rajcsanyi, su novia húngara, en Oviedo.

Sin embargo, rivales como el danés Bent Larsen, que perdió con Fischer por 6-0 en el camino de éste hacia el Mundial del 72 con Spassky, hablan con cariño del que fuera su rival a pesar de una derrota tan severa. Yo creo que Larsen no volvió a ser el mismo tras aquel resultado. Así de voraz era Fischer, un jugador genial en una época en la que triunfaba la intuición. Ahora, estamos en otra fase, rodeados de ordenadores y analistas.

Paco Vallejo tiene el título de gran maestro.