El Kiel será el rival del Ciudad Real en la final

El Kiel será el rival del Ciudad Real en la final

El Kiel será el rival del Ciudad Real en la final

AP

El Barça lo hizo todo bien pero no fue suficiente.

Un Barça sobresaliente rozó la proeza ante el excelente Kiel, el campeón de Europa, que salió indemne del Palau Blaugrana, a pesar de caer por un claro 44-37 e hizo valer la renta de diez tantos de la ida. El Ciudad Real será el rival de los alemanes en la final.

Los de Manolo Cadenas fueron todo intensidad y firmaron unos 15 minutos finales a un nivel estratósferico. Su problema es que hasta entonces, apenas había descontado goles en el marcador, ya que encaró el último cuarto del partido con sólo un tanto de diferencia (30-29, m.45).

Destacaron por el Barça los lanzadores Iker Romero (10 tantos) y Demetrio Lozano (9), mientras que Nikola Karabatic (10) sacó de aprietos a su equipo con jugadas de genio cuando más apretaba el equipo barcelonista.

La magia del Palau no fue esta vez suficiente, pero los aficionados vivieron un espectáculo de primera línea. La misión del Barça era casi imposible, pero los azulgrana bordaron el balonmano y fueron capaces de endosar 44 tantos al Kiel, el campeón de Europa, en un partido eléctrico.

El Kiel, muy motivado

No es que el Barcelona no se creyera la posibilidad de remontar el 41-31 de la ida, sino que el Kiel salió convencido de que incluso podía ganar el partido de hoy.

De salida, los alemanes estuvieron espléndidos. El campeón de Europa es un equipo compacto, sin fisuras y con multitud de recursos. Su juego gira en torno al francés Nikola Karabatic, un prodigio de técnica, un jugador que lee los partidos a la perfección y que, además, anota cuando se requiere.

El Barça jugó sus bazas. Le interesaba al equipo de Manolo Cadenas acelerar las acciones y jugar un partido a muchos goles para tener opciones, a sabiendas de que el Kiel se desenvuelve a la perfección en ataques cortos.

Gran arranque de los alemanes

Marcadas las estrategias, los azulgrana se dieron cuenta pronto de que su juego no está a la altura de los alemanes, quienes pusieron las cosas en su sitio desde los primeros minutos, cuando se escaparon en el marcador (3-7), con apenas siete minutos jugados.

Un parcial 5-1 equilibró el partido (8-8), que se mantuvo en unos márgenes mínimos durante buena parte del primer tiempo. El Barça intensificó su defensa, presionó las líneas de pase y buscó la precipitación del Kiel, pero los maestros Karabatic y Lövren nunca perdieron la compostura.

Sin cambios en el guión al término del primer tiempo (19-29), el partido discurría por los cauces que había previsto el técnico de los alemanes, Zvonimir Serdarusic, hasta bien entrado el segundo tiempo.

Apareció entonces el lanzador checo Filip Jicha (2.01 metros), para darle tranquilidad a su equipo, conseguir un total de 8 goles y acompañar a Karabatic en el aspecto anotador.

Remontada casi culminada

Y en esas, a 15 minutos del final (30-29), Cadenas decidió jugársela con una presión asfixiante y la velocidad de sus jugadores pequeños: Juanín, Rocas, Ugalde y Víctor Tomás.

El Barça desarboló a su rival con ataques rápidos. Demetrio Lozano e Iker Romero se mostraron acertados en el lanzamiento y los azulgrana empezaron a poner tierra por enmedio, aunque ya era demasiado tarde.

Ganaba por cinco goles (40-35), cuando fueron expulsados primero Nagy y después Lozano, pero al Barça le dio igual, estaba dispuesto a morir en el empeño y le dio un buen susto al Kiel, que le sobraron tres goles de la magnífica renta de la ida (44-37), toda una enseñanza para el Ciudad Real, su rival en la máxima final continental.