China provoca lluvia con aviones en Pekín

JJ.OO | Técnica para restar contaminación

China provoca lluvia con aviones en Pekín

China provoca lluvia con aviones en Pekín

afp

Ayer cayeron sobre Pekín dos fuertes aguaceros. China es uno de los países pioneros en provocar lluvia de forma artificial inyectando yoduro de plata en las nubes a través de unas bengalas lanzadas por aviones. El objetivo olímpico: limpiar la contaminación.

Entre la madrugada y el mediodía del martes, cuando el calor húmedo era más agobiante, casi inhumano, dos grandes tormentas refrescaron y despejaron el aire bochornoso de Pekín aunque el cielo no se abrió del todo en ningún caso. Aguaceros con goterones explosivos, extraños, repentinos: sin viento previo ni grandes nubarrones que los anunciasen.

Cada pequeño diluvio vino a durar un cuarto de hora, no mucho más. "No tengo duda de que se trata de lluvia provocada con yoduro de plata para ir limpiando la atmósfera de cara a los Juegos. No es una novedad, aquí se lleva haciendo bastante tiempo, en bastantes situaciones. Utilizan unos determinados aviones para lanzar ese yoduro de plata entre las nubes y provocar la lluvia", contó a AS Carlos Blasco, el embajador de España en la República Popular de China.

En efecto, China abandera, junto a Israel, el programa de vuelos para desencadenar tormentas de lluvia de un modo artificial. Aquí se utilizan aviones gubernamentales que detectan nubes con algún potencial para generar lluvia. Los aviones o avionetas detectan corrientes de aire ascendente y, cuando se aseguran de la dirección de las corrientes, lanzan o inyectan entre las nubes el compuesto químico yoduro de plata: a través de cohetes o bengalas. Básicamente, el yoduro de plata consigue aumentar, condensar y engordar la densidad de las gotas que albergan esas nubes, hasta que, literalmente, las nubes rebosan y descargan: como ocurrió ayer.

Entre 1995 y 2003, China realizó 4.231 vuelos experimentales sobre este asunto, y embolsó en sus pantanos tanto como 29 millones de metros cúbicos de lluvia artificial. El yoduro de plata también se puede lanzar desde cañones terrestres, como si se tratase de pequeños misiles tierra-aire. Nada menos que el gobernador Arnold Schwarzenegger se plantea su utilización contra las sequías de California, para lo que ya ha destinado un presupuesto inicial de 800.000 dólares.

Pero los cohetes de yoduro de plata no sólo sirven para mitigar sequías. A los chinos también les han servido para disipar tormentas de arena en el desierto de Gobi o apagar incendios forestales. Cortan la posibilidad de granizos. En el caso de los Juegos Olímpicos, el objetivo puede ser doble: limpiar el ambiente polucionado de Pekín, la gran capital y, al mismo tiempo, reducir la posibilidad de lluvia en la ceremonia inaugural: a las ocho de la tarde del 8-8-08. Pero el cielo espeso de Pekín no se despeja. Con o sin yoduro de plata.

Datos sobre esta avanzada técnica

Cifras. China tiene distribuidos por todo el país 6.781 cañones y 4.110 cohetes para provocar lluvia de modo artificial. Las precipitaciones han aumentado un 11% desde que el país asiático utiliza esta técnica de bombardeo de nubes.

Incendios. Este método también sirve para combatir incendios forestales: en mayo de 2006 se apagó uno de 8.300 héctareas al norte de China.

Israel. El país hebreo es el inventor de esta técnica, que utiliza desde hace 30 años y ha exportado a Estados Unidos, México y la propia China.

Madrid. Esperanza Aguirre estudió en 2006 paliar la sequía bombardeando las nubes en el embalse de El Atazar bajo el asesoramiento del Gobierno de Israel.