Edurne Pasaban continúa con su reto de ser la primera alpinista del mundo que consigue hacer cumbre en los catorce picos más altos de la Tierra. Para ello, deberá superar el siguiente objetivo de su larga carrera, el Manaslu, 8.163 metros de altura de una montaña que la tolosarra define como "complicada, a pesar de no tener una gran dificultad técnica". Ayer realizó el acto de presentación de la expedición a su undécimo ochomil en Madrid.

Para lograr este nuevo hito para el montañismo español, Pasaban viajará a Katmandú con más de un mes de adelanto. Así, llegará a la capital de Nepal el próximo lunes, pese a no tener previsto hollar la cumbre, previo paso por el campamento base y los tres intermedios, hasta los primeros días de octubre, cuando "la experiencia previa dice que podría haber una ventana de buen tiempo".

De conseguirlo, el Manaslu será el segundo ochomil que Edurne escala en este 2008, algo que "podría ser la estrategia a seguir" en la carrera que mantiene con la alemana Gerlinde Katenbrunner, a la que igualaría con once, y con la italiana Nives Meroi, a la que superaría. Aunque Pasaban va a por todas y quiere ser la primera, califica esta pugna como "una sana rivalidad entre amigas".

Si algo quiso destacar la alpinista natural de Tolosa, fue la importancia de un buen equipo para la consecución del objetivo. "Las personas que escalan contigo deben ser amigos y conocidos de toda la vida, porque en ese mes de adaptación en el campamento base, sino estás arropada, te puedes sentir muy sola", comentaba Pasaban.

Compañeros.

Por ello, estarán a su lado sus compañeros de viaje de toda la vida, el equipo de Al filo de lo Imposible. Sebastián Alvaro, Antonio Perezgrueso, Ignacio Delgado, Esther Sabadell, Ferrán Latorre, Mikel Zabalza, Asier Eizaguirre, Alex Chicón y Juanjo Garra apoyarán a la tolosarra durante este difícil trayecto de superar las catorce montañas más altas de la tierra.

Un reto para el que lleva más de año y medio dedicándose en exclusiva. Preparándose en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat y cuidando hasta el más mínimo detalle, tanto estratégico como climatológico, e incluso en su dieta. Pasaban ha contactado con una marca de comida liofilizada, es decir, purés y potitos, que contienen las calorías y las proteínas suficientes para mantenerla con fuerzas hasta que concluya la expedición.