Edurne Pasaban ya tiene once 'ochomiles'

Montañismo | Premios AS del Deporte

Edurne Pasaban ya tiene once 'ochomiles'

Edurne Pasaban ya tiene once 'ochomiles'

Este año ha sido particularmente intenso en cuanto a éxitos de nuestros deportistas. La celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín, con una cosecha de 18 medallas, también ayudó a ello. Antes de que se despida el año queremos premiar a los mejores. Ayúdenos a elegirlos.

Edurne Pasaban es una mujer frente a un reto imposible: el de conquistar las catorce montañas más altas de la Tierra, aquellas que superan los 8.000 metros de altitud. Reto imposible porque ninguna alpinista lo ha conseguido hasta ahora. Pero Edurne, tolosarra nacida el 1 de agosto de 1983, va camino de hacer posible esa imposibilidad: de las catorce cumbres ya ha conquista once. Sólo tres la separan de la gloria. El programa de Televisión Española Al Filo de lo Imposible, que dirige Sebastián Álvaro, ha sido su gran aliado.

Pasaban comenzó su camino en 2001, con el Everest, el techo del mundo: 8.848 metros mide la Diosa Madre del Universo. Al año siguiente, la guipuzcoana conquistó el Makalu (8.463 m), llamado el Gran Negro, y el Cho Oyu (8.201), el más accesible (dentro de lo que cabe) de los catorce ochomiles. En 2003 añadió otros tres gigantes a su colección: el Lhotse (8.516), Pico Sur, en tibetano; el Gasherbrum II (8.035), conocido como la Montaña Hermosa, y el Gasherbrum I (8.068).

El drama.

En 2004 venció al K2 (8.611), el segundo gigante de la Tierra, pero el más complicado de escalar. Es conocido también como la Montaña Asesina y se ha cobrado la vida de decenas de especialistas.

Una maldición parecía castigar a las mujeres que hollaban esta cumbre, porque las predecesoras de Edurne murieron en la peligrosa bajada o en lucha contra otros ochomiles. Pasaban, en todo caso, no salió incólume de la batalla, porque en la bajada sufrió la congelación de dos falanges de los dedos de los pies, que obligaron a su amputación. Pero la guipuzcoana no se rindió, a pesar del alto precio pagado, y en 2005 escaló su octavo gigante, el Nanga Parbat (8.125), la Montaña Desnuda. En 2007 cayó el Broad Peak (8.047 metros) y en este 2008 el Dhaulagiri (8.167) y el Manaslu (8.156). Edurne se enfrentó a continuación con el Shisha Pangma (8.013), pero no pudo coronarlo.

Así lo explicó en su blog: "Llevamos casi una semana en el campo base avanzado, a 5.600 metros. El viento no para, la temperatura marca 20 grados bajo cero. La temporada de invierno ha llegado. Estoy sufriendo muchísimo. No paso vergüenza al decir que tengo miedo al frío, a las congelaciones, ya que si esto volviera a ocurrirme estaría poniendo en juego toda mi carrera. He decidido no arriesgarme y descansar, entrenarme bien este invierno y preparar la próxima expedición".

Le faltan tres gigantes por hollar: el Shisha Pangma, el Kangchenjunga (8.586, tercera montaña más alta de la Tierra) y el Annapurna (8.091). La gloria espera a Edurne.