Como hace 21 años, en aquella tarde de Seúl, Maite Zúñiga (Éibar, Guipúzcoa, 1964) puede volver a abrir camino esta noche en Telecinco. Si en 1988 fue la primera española en meterse en una final olímpica de atletismo, en 2009 puede ser la primera deportista de élite que gana Supervivientes (Telecinco, 21:45 horas). Ninguno lo ha hecho antes. Ni hombre ni mujer.
Para Maite, Supervivientes era "volver a competir". Volver a un podio, quizá. Ella, retirada en el 2000, ya dejó su nombre para la eternidad. El récord de atletismo más antiguo de España es suyo: junio de 1988, 800 metros y una marca de 1:57.45 que nadie ha sido capaz de rebasar aún.
Ella, especialista en medio fondo, cuando competía, decía que lo peor no eran los kilómetros y kilómetros de soledad, ni la mordedura del ácido láctico en las piernas, sino "renunciar a su familia", estar lejos de casa. Por eso, cada vez que se iba, mandaba una postal: un diploma olímpico en Seúl (séptima en 800 metros), otro en Barcelona (sexta en 1.500), un bronce en el Mundial de pista cubierta de Barcelona (1995, en 1.500), mejor deportista del año en 1988, cuatro veces mejor atleta del año, doce veces campeona de España de atletismo al aire libre, 62 veces internacional y tres Juegos (Seúl, Barcelona y Atlanta).
Esta noche puede añadir Honduras al mapa de sus triunfos. Maite vuelve a un podio, quizá a la cumbre, se desconoce la altura, pero lo pisará de nuevo ("No he encontrado a nadie capaz de contar qué se siente ahí", revelaba a AS en 1999). Atrás quedarán once semanas alejada de casa, con los recuerdos como único contacto, la falta de comida como sino (Maite ha perdido diez kilos) y el susto de dos seísmos (uno de 7,1 y otro de 4,9 grados). Pero no sólo eso, Maite, además, ha sobrevivido al vacío de sus compañeras y ha calado entre el público. Hoy es la final. Matías, ex concursante de Gran Hermano, Ivonne Orsini, modelo puertorriqueña, y Maite ya corren los últimos 200 metros.
