En Italia, los deportistas modestos han encaminado su futuro hacia el Ejército, los Carabinieri (reciben la consideración de cuerpo militar) o las diferentes agrupaciones de policía. En Atenas 2004, 177 integrantes del equipo tenían esa condición de militares o policías. En Pekín 2008, la cifra fue de 170. Las facilidades que ofrecen para entrenarse son envidiables. Por ejemplo, Andrew Howe, plata en el Mundial de Osaka 2007 en longitud, sirve en la Fuerza Aérea. La saltadora de longitud Antonietta di Martino, con una plata mundial y otra europea y décima en Pekín, pertenece al Fiamme Gialle, un cuerpo que rastrea finanzas y droga, que mandó a 41 de sus policías a China. En otros países se han dado casos sonados como el de la sargento británica Kelly Holmes, oro en 800 y 1.500 en Atenas. Mucho antes, el etíope Abebe Bikila, miembro de la Guardia Imperial, hizo historia en el maratón de Roma 1960.