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Europeo de Fútbol Sala | España 4 - Portugal 2

Pentacampeones

España ganó su quinto Europeo tras derrotar a Portugal en la final.

Actualizado a
Pentacampeones

La Selección se proclamó ayer por quinta vez campeona de Europa tras tumbar a una Portugal que fue inferior, pero que acabó metiendo el miedo en el cuerpo. Un título que no sólo hace justicia con España, la mejor selección del continente de siempre (tercer entorchado consecutivo), sino con este deporte. Durante estas dos semanas los pupilos de José Venancio López han desplegado el mejor juego del campeonato. Un fútbol sala de espectáculo, de goles, de imaginación... pero siempre dentro de un orden táctico excelente. Por eso hay que felicitar a cada miembro de este equipo. Porque no sólo explota las posibilidades de este deporte, sino que lo hace crecer.

El choque de ayer comenzó según el guión esperado. Tras un leve intento portugués de llevar el peso del juego, el balón se cambió de bando. Se fue con los que mejor lo trataban, los españoles. El gol era cuestión de tiempo y llegaba tras un rechace que recogía Ortiz y ponía en la escuadra.

Portugal no reaccionaba y Javi Rodríguez lo aprovechaba para fabricar la obra de arte de la final. Recibía de espaldas con un defensor encima y el del Bar­ça recurría a un taconazo de auténtico lujo que sorprendía a todos, incluido al meta portugués. ¿Qué hubiese pensado Javi si le hubiesen dicho que en su último partido con La Roja marcaría un gol de tacón en la final del Europeo? Lo que sí sabemos es que ha demostrado que a sus 35 años continúa siendo uno de los mejores. En el segundo tiempo todo parecía marchar igual. Portugal se aproximaba aprovechando que España bajó el ritmo, pero Amado atajaba todas las intenciones lusas. Les faltaba pegada, todo lo contrario que a una España donde Lin, en la ya famosa presión asfixiante española, robaba un balón y ponía el 3-0. ¿Sentencia?

Inquietud y Daniel.

Pero a Portugal aún le quedaba una carta: el portero-jugador. Una que habíamos olvidado por la falta de valentía de su seleccionador, pero que ayer usó y poco faltó para que le saliera. Con Israel de meta y Joel de pívot, Portugal hizo más peligro que en todo el torneo. Gonçalo y el propio Joel acortaron distancias y pusieron inquietud.

Pero España tenía a un mago que no quería despedirse con lágrimas de tristeza sino con la eterna sonrisa con la que juega: Daniel. Pidió el balón a Amado y fue, como en toda su carrera, más listo que el rival para devolver la tranquilidad. Esa que se posee cuando eres el mejor y de la que tantos años lleva ya disfrutando nuestra Selección.

Dominadores del continente

Con la victoria de ayer ante Portugal, España completa una estadística casi perfecta. Ha ganado cinco de los siete Europeos disputados, estando en seis finales. Los últimos tres títulos los ha conquistado de forma consecutiva.