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GOLF | ABIERTO BRITÁNICO

Tiger prepara el ataque

El estadounidense es tercero a cuatro golpes del sorprendente Snedeker (-10). Jiménez, al par, mejor español. Decepcionante Sergio García, que falla el corte.

Fernando López de Lorenzo
Actualizado a
Tiger Woods.

El British lleva años dando sorpresas. La última, Brandt Snedeker (-10). El dato que mejor explica a este sencillo golfista es que es el jugador que más birdies hace en el circuito americano, donde colecciona tres victorias a sus 31 años. Y eso, representado en dos tarjetas consecutivas sin bogeys suponen el cómodo liderato que exhibe orgullosamente tras la segunda jornada del British. Con sólo cinco greenes fallados en dos días, y a pesar de su dudoso acierto desde el tee de salida, Snedeker ha acribillado Lytham con hasta 10 birdies, un resultado inalcanzable para el resto de los mortales. Creó la vuelta con sorprendente comodidad, sin complejos, como si el Open no supusiera ninguna presión para él. Eso si, flaqueó al terminar: "Estoy en shock. No he fallado ni un golpe".

Nadie ha sido mejor que él. De hecho, su superioridad influyó en casi todos sus rivales. La sensación de que Snedeker se escapaba, creó un clima de nerviosismo entre el resto de jugadores, obligados a hacer birdies. Ahí se encontraron con el verdadero Lytham. Cuando hay que arriesgar el pequeño campo inglés puede ser realmente destructivo. Los mejores ejemplos son los de McIlroy (+2), Westwood (+3) y Sergio García (+4). El número dos del mundo, inmerso en unos extraños vicios adquiridos últimamente, no supo contrarrestar la exhibición de Snedeker y la docena de golpes que les separan se intuyen demasiados hasta para el talentoso norirlandés. "Traté de forzar y esto es lo que me ha pasado", decía McIlroy tras sus 75 golpes. Por su parte, el español decepcionó y falló el corte.

Con Snedeker a lo suyo, o "golf aburrido" como él mismo dice, el resto del campeonato mira fijamente a Scott (-9) y, sobre todo, a Tiger. El mundo del golf estaba tan acostumbrado al dominio de Woods, que cada atisbo de buen golf de este latente Tiger que ronda Lytham alimenta la idea de su regreso. Las tres victorias de este año, añadidas al prometedor inicio del British, presagian que la trituradora está en marcha otra vez. De momento, el sigilo y la mesura con que se está moviendo el Tigre le han colocado tercero a cuatro golpes de cabeza y con el único temor de que en algún momento tenga que alejarse de esa tranquilidad para tomar riesgos. El golf espera también que Donald (-2), McDowell, Dufner o Lawrie (todos -4) aprieten a Snedeker, demasiado liberado de tensión.

Mención aparte merece Miguel Ángel Jiménez. El mejor español del torneo se sobrepuso a un peligroso bucle de bogeys inicial. Los últimos diez hoyos fueron impresionantes: cinco birdies sin fallo. Y una gran sonrisa, como si tuviese algo guardado para el fin de semana. Entonces, le acompañarán Cabrera-Bello (+1), Fernández-Castaño (+2) y Larrazábal (+3), toda vez que García, Cañizares (+6) y Quirós (+9) se despiden antes de tiempo de Lytham.