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GOLF | PGA CHAMPIONSHIP

Tiger impone su ley

El estadounidense se exhibe en Kiawah y se coloca líder del PGA. Vijay Singh sorprende con la mejor vuelta del día y es segundo. Sólo Fernández-Castaño y Jiménez sobreviven.

Fernando López de Lorenzo
Actualizado a
Tiger Woods.
Tiger Woods.

Con un día de retraso apareció el PGA esperado en Kiawah. El viento no sólo hizo acto de presencia, sino que se quedó para ver que podía hacer, a contemplar como iba a destrozar vueltas y vueltas sin piedad. Que se lo pregunten si no a algunos de los jugadores más importantes del mundo como Lee Westwood (+8) o Matt Kuchar (+10) o a Doug Wade (último con 83 y 93 golpes), uno de los humildes profesionales de club que encuentran en este torneo la oportunidad de sus vidas. La masacre fue terrible, digna del más cruel de los US Open y sólo cinco jugadores ganaron a Kiawah. Golfistas que aceptan el desafiante reto de batir a un recorrido que cuenta con la inestimable ayuda de la fuerza de la naturaleza. A la cabeza de los supervivientes, el todopoderoso Tiger Woods, el rejuvenecido Vijay Singh y el insistente Carl Pettersson (-4 los tres).

Tiger avisaba ayer que estaba "justo ahí" y no defraudó. Dio una auténtica exhibición de golf, empezando por los greenes, donde estuvo estelar, y terminando por un imponente juego largo. Tres birdies arrinconaron a dos bogeys y le sitúan líder, una posición similar a la que gozó tanto en el US Open como en el British. Pero esta vez es diferente. Tiger está cómodo, sonríe, sabe lo que quiere y lo domina. Woods asusta. El mejor ejemplo de ello fue la caída libre que experimentó Carl Pettersson cuando el día agonizaba y Tiger apretaba los dientes. El sueco sobrevivió a base de putts, pero tonteó mucho con Kiawah y éste no le perdonó cuando dudó. Tres bogeys para terminar desplomaron su resultado cuando sobrevolaba la clasificación con dos golpes de ventaja sobre Tiger.

La selección natural dejó fuera a grandes favoritos como el mencionado Westwood, Hunter Mahan o Webb Simpson. Sin embargo, también permitió el renacimiento del fidjiano Vijay Singh (-4). Singh, que fue número uno del mundo en 2005, rememoró sus mejores años en el circuito, realizó la mejor vuelta del día y coquetea seriamente con la historia. Singh busca desbancar a Julius Boros como el ganador más veterano de un grande de golf. Boros lo consiguió con 48 años; Singh bordea los 50. Y parece haber elegido el momento a propósito, contra un rival al que le tenía tomada la medida: Singh fue el único que hizo tambalearse el reinado de Tiger en el apogeo del estadounidense.

La jornada dejó también los sustos de Rory McIlroy (-2), Graeme McDowell (Par) y Adam Scott (-1) y permitió brillar a Phil Mickelson (Par) e Ian Poulter (-3), apoteósico en todas las facetas del juego. Una colección de golfistas que saldrán a morder el fin de semana, cuando el PGA coja ese tono emocionante que adquieren los grandes durante el fin de semana.

Los españoles sobrevivieron como pudieron. Gonzalo Fernández-Castaño (+1) sufrió de lo lindo con el fuerte viento y pintó de bogeys una dura tarjeta de 78 golpes. El madrileño no dominó su juego como en la primera jornada y, abandonado por el putt, luchó y se mantiene con cierta vida a cinco golpes de los líderes. Parecido fue el día para Miguel Ángel Jiménez (+2). El malagueño perdonó en exceso en la ronda inicial y Kiawah le sacó los colores. Jiménez realizó cuatro birdies, pero un ocho en el hoyo 3 y otro cinco bogeys son una carga demasiado pesada para cualquiera. La competitividad de Jiménez dista mucha de la que predica ahora mismo otro de los españoles. Sergio García entregó sin resistencia sus armas y finaliza con +7 otro decepcionante grande y a un mísero golpe de jugar el fin de semana. Rafa Cabrera-Bello (+8), Chema Olazábal (+16), Álvaro Quirós (+15) y Pablo Larrazábal (+13) completan una mala participación en el PGA.