Tarrés pidió a Carpena 350.000 por daños

Anna Tarrés y Fernando Carpena no llegaron a un acuerdo en el acto de conciliación que se desarrolló ayer en el Juzgado de lo Social de Terrassa y a continuación tuvo lugar el juicio, de casi cuatro horas, que el juez dejó visto para sentencia. La exseleccionadora reclama 350.000 euros, de los cuales 300.000 corresponden a los salarios de los dos próximos años más las primas no cobradas por las medallas (Europeos y Juegos) y 50.000 por daños morales causados por la aparición de la carta. Ese episodio fue el que protagonizó la mayor parte del juicio, con los testimonios de Carpena, tres de las firmantes (Cristina Violán, Neus Seguí y Júlia Casals), la ayudante de Tarrés, Beth Fernández, y la juez María José Bilbao. La parte demandada no requirió a testigos ni llamó a declarar a la exseleccionadora.

Carpena fue rotundo: "Juro solemnemente que no tengo nada que ver con la que se ha montado". El presidente de la RFEN y las tres exnadadoras negaron que hubiese habido una relación para redactarla y dejaron claro que las instigadoras fueron Cristina Violán, Paola Tirados y Laura López.

El abogado de Tarrés añadió detalles desconocidos hasta ahora para la opinión pública, como que el hijo del presidente -que mantiene una relación con una de las hermanas Violán- animó vía twitter a todas las nadadoras supuestamente humilladas por Tarrés a rebelarse el mismo día que se publicó su no renovación, o que en la opción 'propiedades' de uno de los borradores de la carta aparece el nombre de Jorge Violán, consuegro de Carpena. "Es una casualidad que sean novios, no una causalidad", dijo el abogado del presidente. "Hay muchos indicios y con esta historia se argumenta la decisión tomada con Tarrés", replicó el abogado de la exseleccionadora.

Violán.

"Nunca hemos hablado con Carpena de Tarrés y de sincronizada. Hace tres años le expresé mis quejas y no me hizo caso", aseguró Cristina Violán. De las tres exnadadoras que la acusación llamó a declarar, Júlia Casals afirmó que "lo que sale en la carta lo he visto con mis propios ojos, pero a mi no me ha pasado". "Nadie da un paso sin saber si lo que se hace es verdad", apuntó Violán. Seguí, por su parte, aseguró que desestimó entrar en el equipo cuando habló con Tarrés, cita a la que ya llegó "con miedo". La carta perjudicó a Tarrés, que tenía ofertas de México, Brasil y Canadá, pero que a raíz de la carta se han esfumado.

Pero el momento más crítico para Carpena fue cuando se le pidieron los motivos que provocaron la no renovación de Tarrés y cuáles eran sus funciones hasta el 31 de diciembre. "Me encuentro esclavo de una situación de la que no sé cómo salir. Jamás la habría querido ni para mí, ni para Anna ni para la sincro", llegó a decir. El presidente entró en algunas contradicciones. Tarrés acusa a Carpena de mobbing, al "pedirle en dos meses tres informes que se podrían hacer en una mañana, no tener ni despacho y no ejercer de directora técnica".