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LIGA DE CAMPEONES | ATLÉTICO 25 - CONSTANTA 24

El Atlético de Madrid mejora pero sigue sufriendo para ganar

El equipo rojiblanco se asegura, como mínimo, la tercera plaza del grupo B, tras imponerse hoy por un ajustado 25-24 al Constanta rumano.

Actualizado a

El Atlético de Madrid dio un paso de gigante para asegurarse, como mínimo, la tercera plaza del grupo B, tras imponerse hoy por un ajustado 25-24 al Constanta rumano, en un encuentro en el que los rojiblancos pese a su notable mejoría, volvieron a sufrir lo indecible en el tramo final.

Escarmentado por los numerosos quebraderos de cabeza que le provocó hace apenas una semana en Bucarest, donde la conexión entre el central Dalibor Cutura y el pivote Alberto Val puso en jaque el Atlético, el conjunto madrileño se empleó a fondo desde el comienzo en cerrar todos los caminos al pivote español.

Un empeño que no tardó en dar resultados, pues si bien el inteligentísimo Cutura se las apañó para encontrar siempre un compañero al que asistir, en especial al extremo Laurentiu Toma, la defensa rojiblanca exhibió su mejor versión de la temporada.

Mejoría que tuvo su continuidad en ataque, donde el central croata Ivano Balic ofreció también sus mejores minutos como atlético, con toda una lección en la dirección de juego, que el balcánico aderezó, incluso, con una espectacular recuperación de balón en la que pareció rejuvenecer varios años.

Intensidad, concentración y trabajo que permitió al Atlético recuperar, incluso, una de las señas de identidad perdidas en el irregular inicio de curso protagonizado por los de Dujshebaev, su fulgurante juego de transición y contragolpe.

Las contras parecieron encarrilar el encuentro para los rojiblancos, que a diez minutos para el descanso lograban una máxima renta de cuatro tantos (10-6), gracias a otra fulgurante transición de Xavier Barachet, otro de los que parece que, por fin, han entrado definitivamente en la dinámica de juego.

Pero este Atlético no puede tener una partido tranquilo y cuando no es por errores propios es por actuaciones superlativas de los rivales, como ocurrió hoy en Vistalegre, con el portero del Constanta Mihai Popescu.

El guardameta internacional rumano, que ya causó una excelente impresión en el partido de ida, se convirtió con sus ocho paradas, incluida una a lanzamiento de penalti Kiril Lazarov, en el gran protagonista de la remontada del Constanta, que redujo al descanso a tan sólo un gol (12-11) la renta atlética.

Un contratiempo que, a diferencia de otras ocasiones, no desarmó a los rojiblancos, que volvieron a encontrar refugio en la solvente defensa que exhibieron en el arranque de la segunda mitad, en el que el Atlético pudo volver a disfrutar de su peligroso contragolpe.

Así, a la carrera, el conjunto madrileño logró alcanzar a los diez minutos de la reanudación una máxima reta de cinco tantos (19-14), que esta vez sí, parecía sentenciar definitivamente el choque para los de Talant Dujshebaev.

Nada más lejos de la realidad, pues lastrado por las exclusiones, alguna que otra bastante rigurosa, el Atlético de Madrid permitió meterse de nuevo en el partido al campeón rumano, que de la mano de un efectivo Alexandru Csespreghi, situaba el marcador en un inquietante (20-19) a quince minutos para la conclusión.

Un tiempo en el que el Atlético, se olvidó por completo de todo lo bueno realizado en la primera mitad, para volver a caer, al menos en ataque, en un juego basado más en las acciones individuales que en el colectivo.

Defecto en el que también cayó el Constanta que se olvidó por completo de Dalibor Cutura para ponerse en manos de Humet y, sobre todo, de Csespreghi, que pese a los cuatro goles con los que arrancó la segunda parte, no se mostró tan efectivo en los momentos de la verdad.

Una suerte para el Atlético, que sí encontró la firmeza necesaria en el brazo del macedonio Kiril Lazarov, que puso al Atlético con una ventaja de dos goles (25-23) a menos de tres minutos para el final, que se encargó de defender con sus paradas (25-24) el siempre seguro Magnus Dahl.