Los 'Hispanos' tienen un desafío: ganar su Mundial

"Más que responsabilidad lo que tenemos es ilusión". Con esa afirmación pronunciada por el capitán, Alberto Entrerríos, se presentó ayer la Selección que representará a España en su Mundial, los Hispanos como ya se empieza a llamar a los elegidos por Valero Rivera para esta cita histórica. Los 17 jugadores (16 del equipo más el reserva) asistieron junto al cuerpo técnico a una rueda de prensa a la que asistieron Miguel Cardenal, presidente del CSD, y Alejandro Blanco, presidente del COE, para arropar al balonmano español a poco más de una semana del inicio del campeonato (del 11 al 27 de enero).

Una fecha que se espera que sea un punto de inflexión para este deporte en España, tanto de popularidad como de éxito organizador. Importancia que no debería repercutir negativamente en los jugadores, como les quiso avisar Juan de Dios Román, presidente de la Federación: "Tenemos asegurada la entrega, la cohesión, el buen hacer... pero lo que no debe haber es un exceso de responsabilidad por jugar en casa. Que el hormigueo previo al partido sea el mismo que en otras ocasiones. Esta debe ser una ocasión para disfrutar".

El seleccionador, Valero Rivera, opinó en la misma dirección. "La presión y la responsabilidad existen, sí, pero es maravillosa", aseguró. Además, reveló uno de los objetivos que se ha marcado junto a sus jugadores: "Tenemos claro que somos nosotros los que debemos traer a la gente al pabellón con nuestro juego y nuestro trabajo, no al revés. Todos juntos podemos aspirar a lo máximo". Y es que para el técnico, esta Selección es la "mejor" que ha tenido, aunque no por ello olvidó a las dos bajas por lesión que ha sufrido el equipo: el portero Hombrados, y el último en caer, Raúl Entrerríos (operado ayer de su fractura en la mano, seis semanas de baja).

Duro camino. Pero los problemas físicos no han sido los únicos que ha lamentado el balonmano español en el camino hacia este Mundial. Y es que no han sido pocas las dificultades organizativas que se han encontrado. Sobre todo en el caso del Madrid Arena, sede del Mundial que se tuvo que cambiar a última hora a la Caja Mágica.

"Ha sido mucho el esfuerzo para sacar este Mundial adelante. Hemos tenido ayudas, pero también frenos", comentó en tono de despedida un Juan de Dios Román que no volverá a presentarse a la presidencia de la Federación. Con los que no escatimó elogios fue con los jugadores que, en boca de Entrerríos, le prometieron "poner toda la carne en el asador para ganar el ansiado oro". El mejor premio para tanto esfuerzo.