Sevilla perdió las 'primarias'

Una incómoda disputa precedió la carrera de Madrid hacia 2012. La fe de Sevilla, que había sido descabalgada rumbo a 2004 y 2008, le siguió animando a luchar para ser la ciudad candidata. En 1992, Sevilla había sentido en la Expo que reunía condiciones para organizar un acontecimiento de dimensión mundial. Además, creyó tener la fuerza económica, logística y la pasión de su gente para alcanzar unos Juegos visto el éxito de Barcelona. Y encendió un sueño olímpico que fue una quimera. El COI 'sesgó' a la primera en 1997 la candidatura de 2004: escasez de plazas hoteleras e infraestructuras. En septiembre de 2000, y pese a haber realizado mejoras para la candidatura de 2008, también cayó a la primera. Ni haber organizado eventos de carácter internacional como recomendó el COI para ganar opciones (Europeos de natación en 1998 y Mundiales de atletismo en 1999) le dio opción.

La capital hispalense decidió seguir luchando pero Madrid, que tenía en mente presentarse tiempo antes aunque había 'respetado' la doble candidatura sevillana, ya no esperó más. Madrid encontró guiños incluso en Andalucía, donde Málaga y Córdoba se unieron como subsedes de fútbol. Barcelona y Palma también habían dicho sí y a Sevilla se le fueron cayendo apoyos.

Madrid aprobó finalmente su proyecto el 16 de julio de 2012 y Álvarez del Manzano, entonces alcalde, quiso proclamar que la candidatura había jugado más que limpio: "Hemos dejado que Sevilla corra su suerte, nos toca a nosotros. Expusimos en su día que Madrid quedaría liberada para 2012". Sevilla, a través de su entonces alcalde, Sánchez Monteseirín, aseguró que desconocía ese pacto de caballeros y se sucedieron los reproches.

La elección tuvo lugar el 21 de enero de 2003 en la Asamblea General del COE. El acto tuvo lugar en el Palacio de Exposiciones y Congresos de La Castellana. Madrid recibió 157 votos y Sevilla 103, con un apoyo mayoritario de las federaciones no olímpicas. Seis votos en blanco. El resultado satisfizo al COE porque Sevilla cayó de manera digna. La victoria provocó una portada genuina en AS (Olé Madrid), con Álvarez del Manzano celebrándolo con su abrigo con una media verónica. Un gesto torero de un sevillano que luchaba por Madrid. El deporte español procuró unirse desde aquel día para empujar a Madrid: "Quizá tenga más posibilidades ante ciudades grandes como París y Nueva York", dijo Miguel Indurain. Estiarte, uno de nuestros olímpicos más ilustres fue más allá: "Es lo ideal para seguir luchando".

Madrid, más fría en inicio, fue interesándose por la carrera olímpica hasta que después de pasar el corte la ciudad se llenó de emoción. En Singapur rozó la gloria. Fue una decepción para una idea que terminó de calar y que no quedó en el olvido. Madrid sigue luchando.