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RUGBY | VI NACIONES

Paseo inglés sobre el barro con Copa Calcuta de regalo

El equipo de Escocia nunca mostró oposición: 0-20. Flojo partido de Farrell en el pateo, lo que evitó una paliza todavía más sonrojante en Murrayfield.

Actualizado a
El inglés Mike Brown marcha camino de su segunda anotación en el Murrayfield Stadium de Edinburgh.
EFE

La Copa Calcuta se antojaba cómoda para Inglaterra, era clara favorita, venía de jugar un gran partido en Le Crunch ante Francia pese a la derrota final. Escocia en teoría era inferior, muy inferior, por mucho que jugara con el respaldo de las gaitas de Murrayfield. Pero lo visto sobre el barro de Edimburgo (lamentable aspecto del césped escocés) fue aún más desigual de lo que las previas podían anticipar: 0-20.

Escocia no ofreció prácticamente nada, sólo algo de resistencia para parar lo que le venía enfrente. Y en ataque no supo ni anotar un golpe de castigo. Laidlaw tuvo dos y lo más cerca que estuvo de anotar fue el que pegó en el palo. El otro pateador, al que muchos consideran una estrella en ciernes, Farrell, tuvo un día aciago. Firmó siete puntos, pero falló tres golpes de castigo que en otras circunstancias le hubiesen costado muy caro al equipo de Lancaster.

Las cartas quedaron boca arriba a las primeras de cambio. Farrell falló de forma clamorosa y luego lo arregló Care con un drop mágico. El medio melé inglés es, sin duda, uno de los jugadores más imaginativos del VI Naciones. Laidlaw falló lo que era la igualada y entonces La Rosa metió su velocidad de crucero.

Juego de delantera y a esperar el fallo del Cardo. Cuando quiso abrir el juego encontró una puerta y Burrell firmó un nuevo ensayo (dos partidos, dos 'try'). Farrell transformó y con un nuevo golpe poco después colocaba el 0-13 con el que se llegaba al descanso. ¿Escocia? Pues lo intentaba. Voluntad, alguna patada táctica sin premio, mal en la touche... muy plano. Se esperaba algo más del equipo de Scott Johnson. Que naufragó en Dublín y hacía lo propio ante su gente. 

La segunda parte mantuvo su guion. Otro golpe fallado por Farrell, la amarilla a Dunbar evitando un ensayo cantado de La Rosa y en esos diez minutos de superioridad Inglaterra sólo fue capaz de hacer un ensayo. Dicho así parece mucho, pero ante la Escocia de ayer el partido estaba para masacrar. Nowell encontró en una carrera por banda el apoyo de Brown y el zaguero de Harlequins (Man of The Match, otro de los que pone chispa a Inglaterra) anotaba el ensayo que cerraba el partido... a 22 minutos del final.

Cambio de cromos, pero nada más. Fracaso escocés, muy preocupante. A ese nivel Italia le hará merecedor de la Cuchara de Madera. Y decepción inglesa. Que cumplió su objetivo, es verdad, pero después de la exhibición de París los amantes del rugby esperaban una versión más atractiva del equipo de Lancaster. En Murrayfield volvió a ser efectivo pero ramplón. Veremos si ante Irlanda y Gales da su verdadero nivel.