Juicio
Oscar Pistorius se expone a una condena a cadena perpetua
Hoy arranca el juicio por el asesinato de su novia Reeva Steenkamp. Barry Roux, uno de los más célebres abogados de Sudáfrica, defiende a Blade Runner
A las 04:00 horas de la madrugada del 14 de febrero de 2013, Día de San Valentín, la Policía de Pretoria recibió una llamada desde los apartamentos de lujo Silver Woods Country Estate, cuyo manager exclamaba: “Oscar Pistorius ha disparado a su novia”. En 15 minutos, el detective Hilton Botha compareció en la escena del crimen. “Había mucha sangre y al fondo de la escalera vi un cuerpo envuelto en toallas”, contó Botha, que ya había arrestado a Pistorius en 2009… por otro incidente con otra mujer, y que más tarde fue apartado del Affaire Pistorius, al reabrirse un caso que acusaba a Botha de siete tentativas de homicidio por disparar contra un minibús donde viajaban siete personas. Pronto, Botha dimitió y el inquietante Pistorius quedó libre bajo fianza de un millón de rands (67.300 euros), más ciertas restricciones de pasaporte.
El cuerpo que halló Botha en Silver Woods era el de Reeva Steenkamp, modelo y novia de Pistorius, herida por tres impactos de bala: uno, en la cabeza (a través del oído derecho), fue el que hizo que Steenkamp fuese declarada formalmente ‘sin vida’ por un médico vecino que acudió al eco de los cuatro disparos nocturnos. Steenkamp había intentado protegerse con el brazo y una toalla, pero recibió tres balazos en cabeza, brazo y cadera a través de la puerta del cuarto de baño. Todos los balazos habían llegado cuando Oscar Pistorius, Blade Runner, el atleta amputado más famoso del mundo, había oprimido el gatillo de su pistola de 9mm. Parabellum. ¿Creyó Pistorius que Reeva era un intruso o los balazos fueron el siniestro colofón a una tormenta de celos...?
En la solución del interrogante descansa el destino de Pistorius, cuyo Día del Juicio, con una condena a perpetuidad al fondo, se abre hoy a las 09:00 horas en España, en la Corte Superior de Pretoria (Gaunteng High Court), y con paralelismos con otros casos célebres: O. J. Simpson, sin ir más lejos.
Una jueza. Barry Roux, uno de los más célebres abogados de Sudáfrica, defiende a Blade Runner: Roux ya fue clave para forzar el apartamiento y retirada de Botha. Ante un centenar largo de periodistas acreditados, el tribunal de Gaunteng estará presidido por Thokozile Masipa, segunda jueza titular de raza negra en el país donde dominaba el apartheid. “Sobreviviré. Yo siempre gano”: según Botha, esas fueron las primeras palabras que Pistorius le dirigió aquella noche. Así llega el Día del Juicio para Blade Runner.