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Política Deportiva

La licencia única del Gobierno crea división en el deporte

El CSD está abierto al diálogo y está recibiendo a representantes de las federaciones territoriales contrarias, como hizo el pasado martes con las de Cataluña.

Actualizado a
DIÁLOGO. Miguel Cardenal recibió a representantes de la Generalitat y de las federaciones catalanas.
EFE

Hasta ahora, en términos generales, un deportista que quisiera sacarse una licencia de su disciplina debía hacerlo por medio de la federación autonómica correspondiente y en el ámbito de su comunidad. Esto cambiará si sale adelante la propuesta (en trámite parlamentario) del Gobierno de crear una licencia única deportiva, por la que esta competencia pasará a manos de la Federación Española de cada deporte y su validez tendrá carácter nacional. Un cambio que se ha encontrado una fuerte oposición por parte de las federaciones territoriales.

Estas federaciones no sólo están en desacuerdo, sino que aportan informes jurídicos para explicar que la reforma está fuera de la legalidad por invasión competencial autonómica. COFEDEA, una comisión formada por 434 federaciones autonómicas que aglutina a más de 2.300.000 deportistas (un 75% de las licencias), se ha reunido con todos los grupos parlamentarios y ha llegado a mandar una carta dirigida al presidente del Gobierno para pedir que se retire la propuesta, algo que también ha planteado el PNV o el Parlamento andaluz. Isidoro Hornillos, portavoz de COFEDEA, no entiende por qué una persona que sólo hace deporte a nivel autonómico “es obligada a sacarse una licencia de carácter nacional cuyo principal objetivo es la financiación de las federaciones nacionales”. Unas federaciones que han visto reducidas considerablemente las subvenciones (las de 2014 son las segundas más bajas en ocho años). “No creemos que deban ser los deportistas los que paguen esa diferencia”, asegura Hornillos, que cree que una de las consecuencias directas será la subida del precio de esas licencias.

Transparencia. Fuentes del CSD aseguran que no sólo no subirán las cuotas, sino que se abaratarán, además de eliminar trabas burocráticas y ayudar a la transparencia en áspectos tales como los electorales o relacionados con la gestión económica de esos recursos. Aunque, viendo los diferentes tipos de licencias y sus múltiples peculiaridades, el problema parece mucho más profundo. No obstante, el CSD está abierto al diálogo y está recibiendo a representantes de las federaciones territoriales contrarias, como hizo el pasado martes con las de Cataluña.