Alemania da guerra, pero España cumple y vence 11-8

La Selección masculina ofreció ante Alemania su cara B y prácticamente estuvo a punto de despedirse del Europeo de Budapest. Después de dos grandes partidos ante Hungría (9-12), campeona del mundo, y Croacia (8-8), campeona olímpica, Alemania le complicó la vida y sólo el coraje final la salvó de no ganar un partido que, a priori, se antojaba como uno de los más fáciles del grupo y como una buena oportunidad para marcar goles y equilibrar el balance. Finalmente, el 11-8 es un gran resultado, aunque a escasos tres minutos para el final, los españoles apenas ganaban por un gol de diferencia e Iñaki Aguilar sacó dos manos milagrosas.

Ya vio desde el primer parcial que Alemania daría guerra. Pese a ponerse por delante por medio de Minguell, primero, y luego Balú, los de Gabi Hernández dejaron demasiadas concesiones en defensa. 2-1 a la conclusión del primer parcial, que mostraron una España precipitada en ataque y con cierta displicencia en defensa. Los teutones se fueron creciendo, sobre todo su lanzador Nossek, autor de cuatro de los cinco goles antes del último cuarto. Por parte española, anotaron Español (2), Munarriz, Minguell y Mallarach (2), que apareció en momentos clave.

La racha de Nossek no es nueva. Ya en el primer partido Dániel Varga, de Hungría, se cebó con cinco tantos y ante Croacia fue Jokovic quien marcó tres. A España le está costando frenar a los mejores lanzadores rivales y eso es un hándicap para mantener el pulso en los partidos. Menos mal que los de Gabi sacaron la casta y recuperaron sus buenas sensaciones en el último cuarto. Aparecieron todos. Desde Iñaki Aguilar, que sacó dos manos prodigiosas con 9-8, hasta Xavi Garcia, autor de dos tantos que sentenciaban el encuentro. Minguell cerró la cuenta (11-8).

Con esta victoria, unida a la de Croacia ante Francia por también tres goles, España sigue con vida y necesita golear a Francia y jugársela con Serbia en la última jornada. Los goles pueden ser clave para pasar de ronda, por eso mismo el encuentro ante Alemania era básico, ya que Hungría y Croacia la lograron ganar por cinco goles de diferencia.