BRIDGESTON
McIlroy le para los pies a Sergio antes del PGA Championship
En la revancha del Britisth, el español partía con tres golpes, pero realizó su peor vuelta (71) para acabar -13 frente a -15. El norirlandés, nuevo número uno.
Rory McIlroy, la nueva maravilla del golf, paró los pies a Sergio García en el Bridgestone Invitational de Akron (Ohio). El de Castellón, que el viernes había realizado la mejor vuelta de su carrera (61), llegó a la jornada decisiva de la tercera prueba de los Campeonatos Mundiales (escalón inferior a los cuatro 'grandes') con tres golpes de ventaja sobre el norilandés. Eran los dos protagonistas que se jugaron el British hace dos semanas. Pero con los papeles cambiados. El que debía remontar era Rory. Y lo hizo. Acabó con –15 por -13 de Sergio, a dos. Y además arrebató el número uno a Adam Scott, que debía acabar en el Top-5 y fue 8º. También se embolsó 1,5 millones de dólares.
Era la cuarta vez que McIlroy ganaba un torneo partiendo en desventaja. Un aviso para lo que se ventilará a partir del jueves en el Valhalla Golf Club de Lousville (Kentucky), donde se definirá el cuarto 'major' del año, el PGA Championship. “No es mi campo favorito, la verdad”, avisa el de Borriol, que perdió allí hace seis años con Anthony Kim en la Ryder Cup y en el 2000 acabó 34º en el Campeonato de la PGA. Sin embargo, el golf de Sergio viene emitiendo mejores señales que nunca a sus 34 años. Con más nervio (y putt) en la última jornada, el runrún de que puede hacer algo grande en Valhalla atronaría. Pero firmó la peor vuelta (71) de los cuatro días.
Sólo habían pasado cuarenta minutos y McIIroy dibujaba el vuelco. Tres birdies en los tres primeros hoyos, pura potencia con el drive, larguísimo. El de Castellón, en el tercero, golpeaba a una espectadora en una mano y el diamante de su anillo saltaba por los aires: bogey. El incidente le desconcentró mientras la magia corría a la vera del norirlandés, que de comenzar el día a tres golpes de Sergio se colocaba con dos de ventaja con otro birdie en el 5. El caníbal de 25 años, ganador de tres 'majors', iba a revienta calderas.
Un bogey en el 8 de McIlroy y un birdie en el siguiente de Sergio pusieron el iguales, un mano a mano que se dirimía cara a cara, en el mismo partido. Pero al español le faltó temple y firmó un bogey en el 15. Su tumba en un domingo malo. Un domingo reservado al brillo de McIlroy.