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RUGBY CHAMPIONSHIP

Los All Blacks recuperan su mejor versión ante Australia

Nueva Zelanda muestra todo su potencial en la segunda jornada del Rugby Championship y pasa por encima de una Australia sin capacidad de reacción (51-20).

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Los All Blacks recuperan su mejor versión ante Australia
PLANET RUGBY

Los All Blacks pasaron por encima de una inoperante Australia (51-20) en el segundo partido del Rugby Championship, que se disputó en Auckland. A diferencia del partido anterior entre ambos equipos, los espectadores pudieron disfrutar de hasta ocho ensayos. La distribución, eso sí, fue muy desigual: Nueva Zelanda consiguió seis marcas y los wallabies tan solo dos.

Los hombres de Steve Hansen demostraron por qué son, a día de hoy, el mejor combinado del mundo y dejaron claro también que el 12-12 del pasado sábado fue un pequeño desliz. Delantera tremenda, velocidad con balón, calidad individual y elección inteligente de jugadas. Al desarrollo de todo este potencial contribuyó la desidia visitante, que no supo (ni pudo) frenar las embestidas kiwis.

El duelo comenzó igualado, con dos golpes de castigo transformados por Aaron Cruden para Nueva Zelanda y Kurtley Beale para Australia. El segundo golpe de castigo visitante provocó la tarjeta amarilla para el capitán neozelandés Richie McCaw. Sin embargo, Australia fue incapaz de aprovechar la superioridad numérica y, de hecho, Cruden transformó un nuevo golpe de castigo. Nada más volver al campo McCaw, el segunda línea australiano Rob Simmons fue enviado al sin-bin. El partido empezaba a asemejarse al encuentro anterior, en el que hasta cuatro jugadores fueron sancionados. Pero esta vez, los neozelandeses sí aprovecharon la superioridad numérica. Primero fue gracias al empuje de su delantera en una melé demasiado cercana a la línea de marca australiana, que los de Ewen McKenzie acabaron hundiendo. El árbitro, Romain Poite, concedió el ensayo de castigo para los locales. Minutos después sería el ala Julian Savea quien culminaría un contraataque iniciado por un placaje al zaguero Israel Folau, que había iniciado una de sus muchas escapadas en solitario. Cruden convirtió los dos ensayos y la ventaja aumentó hasta 23-6.

Tras el descanso, el vendaval nezolenadés aumentó en intensidad. Si en en la primera parte los australianos habían podido frenar en algunas ocasiones el ataque de los All Blacks, en la segunda les resultó imposible. Lo intentaban y placaban bien, pero no eran capaces de frenar a hombres como Cruden y Smith que dirigían a un equipo que los combinaba a la perfección el juego abierto y rápido con la potencia de su delantera, que se constituía continuamente en mauls tras las melés y las touches. Fruto de estas jugadas llegaron dos ensayos de McCaw, que ampliaron la brecha iniciada minutos antes por Kieran Read. En apenas ocho minutos (del 50 al 58), Nueva Zelanda había conseguido tres ensayos, con sendas conversiones de Cruden. El marcador reflejaba un 44-6. Australia, herida, se rehízo un poco y sacó fuerza y calidad para reducir la distancia, aprovechando la relajación y los cambios en los locales. Mostraron parte de su rugby expansivo, que casi no habían tenido ocasión de desplegar y el activo Folau y el capitán Hooper consiguieron dos marcas. Aún habría tiempo para el sin-bin del neozelandés Ben Franks y el ensayo postrero de Steve Luatua, reflejo del hambre de los All Blacks, que se llevaron el punto bonus ofensivo y se colocaron como líderes, a la espera de lo que haga esta noche Sudáfrica en Argentina (21.40, Canal + Deportes).