Pádel
Martín Díaz se prepara para un final de carrera sin Belasteguín
"Llevamos doce años seguidos juntos y siendo los números uno. A mi nueva pareja le ofreceré al menos dos temporadas más de compañero"
Es uno de los cuatro jugadores más veteranos del circuito profesional, aunque Juan Martín Díaz (Mar del Plata, 1975), el Galleguito (padre gallego, madre asturiana) es singular: lleva doce años siendo el número uno del mundo con su inseparable Fernando Belasteguín. Aunque la pareja ya tiene fecha de caducidad a su matrimonio deportivo: “Al final de año rompemos. Fue idea de Bela. No ha habido problemas entre nosotros; es algo que tenía que suceder. Me quedo con esos trece años maravillosos juntos”. El caso es que decidieron que esto se acaba, y se fueron a la cancha para ganar el Torneo de Marbella, y acabar segundos en La Nucía, donde disputaron una final de cuatro horas y que perdieron por 3-2 por los problemas musculares de Belasteguín.
Dice Díaz que Fernando y él discuten “en la pista, pero lo que ocurre allí nunca ha salido fuera”, y va más allá al decir que entre ellos “no hay reproches, pero tampoco se regalan los elogios”. Hace años que no se entrenan juntos, porque Juan vive en Madrid y Fernando en Barcelona, y Martín Díaz asegura que “así es mejor, cada uno a sus cosas, hasta que llega la hora de jugar, y ahí no hay caso”.
Nadie entiende con claridad, ni sabe lo motivos aunque se supone que es un arcano deportivo, por qué rompen en pleno apogeo aunque a Juan Martín esta nueva situación le provoca alargar su carrera “al ofrecer al menos dos años más” a su nueva pareja, Juan Mieres, también argentino. “No es que los argentinos seamos superiores; simplemente que llevamos ventaja porque allí se creó el primer circuito profesional, pero en el pádel hemos meado contra el viento, y pese a la crisis se han aumentado los premios, las pruebas, el interés del público, y eso atraerá a más jugadores, se elevará el nivel, y dentro de poco será más complicado ganar en las pruebas”, sentencia este número uno del pádel que iba para tenista.
¿El secreto de su longevidad? “Cuidarse. No tengo muchas noches en mi cuerpo. Trabajo, descanso, familia, todo muy profesional”, sostiene y no le preocupa que ya se acerque a los cuarenta, que espera disfrutarlos en la pista. ¿Y el futuro? “Bela y yo sabemos que el año que viene uno de los dos (o los dos) no va a ganar. Nos quedan unos meses juntos y vamos a disfrutar”.