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Bádminton. Mundiales de Copenhague

Histórico triunfo de Carolina Marín que asegura la medalla

La española remontó el partido ante la china Tsu Ying Tai, a la que en el tercer set acabó arrasando (2-1). Mañana, ante la india Sindhu, por la final (18:00, TDP)

Actualizado a
Formidable esfuerzo de Carolina Marín para cubrir toda la pista.
AFP

Lleva un año escribiendo renglones históricos para el bádminton español, en el que Carolina Marín ha conseguido ser la campeona de Europa, lo que no había conseguido antes ningún español; está entre las diez mejores del ránking mundial, asentada entre el imperio oriental que domina este deporte y en una posición que ningún otro español ha acariciado antes; y, además, tras alcanzar los cuartos de final en el Mundial anterior, ahora ya está en semifinales tras superar en un encuentro muy duro a Tsu Ying Tai, de China Taipei, la número ocho del ránking, un puesto por delante de la española: 2-1 (19-21, 21-19 y 21-11).

“La medalla es posible” vaticinó Carolina cuando regresó del Europeo con su flamante título de campeona. Hubo quién pensó que era parte de la euforia de un gran éxito, que la joven de 21 años estaba deslumbrada antes unos medios de comunicación que querían saber quién era ella, la última en llegar a recinto de los campeones internacionales. Pero Carolina no hablaba sin sentir lo que pensaba, y cuatro después se prepara para jugar las semifinales, con la medalla de bronce asegurada (no hay consolación), ante la india Sindhu, número once mundial, que también está en semifinales dando otra de las grandes sorpresas del Mundial de Dinamarca, eliminando nada menos que a la china Shixian Wano, la número dos mundial, como el jueves hizo la española con la tres mundial, también china. El encuentro de mañana es el segundo de la jornada de tarde, con lo que más o menos se espera que se dispute a las 18:00 horas (lo ofrece Teledeporte) si los intereses indios no lo cambian.

Para llegar a esta semifinal Carolina tuvo que pelear con ganas en los cuartos, porque Tsu Ying Tai sabía que ella también estaba a un paso de meterse en la lucha por las medallas. Fue un encuentro de enorme igualdad en los dos primeros sets, en los que ambas sacaron a relucir sus armas, la china con su poderoso golpe de derecha y sacando a Carolina del centro de la pista, y con la española buscando su remate ganador sobre la izquierda de la rival, que ahí se encontraba en dificultades.

En el primer set Carolina tomó tímidas rentas (11-9 ), incluso parecía que ponía tierra por medio para escaparse (17-14), pero se encontró con un 0-5, y aunque empató a 19, la china estuvo más lista en el juego en la red y a medir las distancias, cerrando la manga con un 19-21 porque se fue un volante.

En la segunda manga, misma tónica de igualdad, aunque en la primera parte, con un 0-3 de Tsu Ying Tai, se llegaba al parón técnico con un 10-11. En la reanudación, un 4-0 para Carolina, con unos recursos tremendos, llenando la pista, llegando en defensa a todos los volantes para pasar al contragolpe, parecía que aquello estaba hecho, aunque otra vez la china sorprendió con una reacción de 0-3 para colocarse en un inquietante 19-19. Paró la racha rival al española pidiendo un ojo de halcón, se enfrió Tsu Ying Tai y perdió 21-19. Carolina había igualado el partido.

Aunque no hay cifras, aún, de cuántos espectadores vieron el partido, por los menos los 20.000 jugadores que practican el bádminton en España no se lo perdieron, y los 4.000 con licencia federativa disfrutaron del encuentro y del triunfo, porque en el tercer set ya no hubo sufrimiento y nadie tuvo que comerse las uñas. Carolina, físicamente superior, arrancó con una racha de 7-0. Y no sólo era la diferencia en el marcador, sino en el juego, en la manera de moverse en la pista, en la forma de atacar y defender; la agresividad de la onubense, peleando por ella y por sus compañeros de un deporte que ganan visibilidad con su éxito; la empujaron a la victoria, y cuando superó un momento crítico en el que encajó un 0-4 (13-10), ya no hubo color: 21-11 en 74 minutos históricos para los anales de este deporte en España que vive en una nube gracias a esta chica de 21 años que en Copenhague se ha convertido en la esperanza blanca frente al dominio amarillo.