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Triatlón

Gómez Noya: “Mi motivación única es que amo lo que hago”

En sólo un mes ha certificado su cuarto Mundial de triatlón, se apuntó el de medio-ironman 70.3, dominó el Internacional de Pekín y le dio a su equipo el Campeonato de Francia.

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Gómez Noya: “Mi motivación única es que amo lo que hago”

—¡Vaya recta final de temporada! Cuarto Mundial, el de medio-ironman, Pekín, segundo en Niza... ¿cómo valora este extraordinario 2014?

—La verdad es que en los últimos años al final acabo diciendo que ha sido mi mejor temporada. Es buena señal, ¿no? (sonríe). Desde luego me siento satisfecho, cuando entrenas tan duro te sientes orgulloso de lo que logras.

—¿Con su palmarés, de dónde saca la motivación?

—Pues la verdad es que mi motivación es que me gusta lo que hago y me encanta esta vida. Si no me gustara sería imposible tanto sacrificio.

—Tras lograr sus objetivos, cierra el año con la final del campeonato francés (en la que fue segundo y dio el título a su club, el Sartrouville) y el Garmin Barcelona de mañana. ¿Para qué correr dos triatlones más? ¿Es que no quiere descansar?

—Son dos pruebas que tenía comprometidas. El de Niza es una prueba de gran nivel y lo hice porque mi club, que siempre me ha apoyado, se jugaba el título y me alegro de haberle ayudado a conseguirlo (Mario Mola es compañero de equipo y también participó, fue quinto). El de Barcelona es muy bonito y multitudinario, además de que los patrocinadores están interesados. Así que me parece buena idea terminar la temporada en casa, en España. Es un triatlón que me gusta bastante.

—Ha afirmado que los Juegos son el objetivo. ¿Se siente presionado para ganar el oro?

—La verdad es que no. En Pekín 2008 fui cuarto y antes de ir a Londres sí que me noté presionado, como que quizá tenía que demostrar algo. Gané la medalla de plata y sentí que me quitaba un peso de encima. Ahora en Brasil más que presión es un reto. Está claro que ser campeón olímpico es prioritario, pero no una presión.

—Muchos son los que le colocan como uno de los grandes del deporte español de todos los tiempos. ¿Pero se siente valorado en su tierra?

—Por la gente y el aficionado, sí. Durante la temporada me llegan sus mensajes de ánimo y de la gente que me sigue (acaba de ser homenajeado en Lugo). Luego, por la calle cuando me reconocen todos son palabras amables. En cuanto a los sponsors, la verdad es que bastante menos. Hasta la reciente incorporación de Pamesa, ninguno de mis patrocinadores principales eran marcas españolas (tiene algún convenio con ayuntamientos). Eso no quiere decir que no esté contento. Tanto Pamesa como el resto (marcas como Specialized, Roka, Multipower, Oakley, Mizuno, Sram o Quarg) son estupendos. Sin ellos sería complicado.

—No son pocos los que ya han reclamado para usted el premio Príncipe de Asturias. ¿Sería ese un bonito reconocimiento en su país? ¿Ha pensado en esa posibilidad?

—Pues ni se me ha pasado por la cabeza y soy totalmente sincero. Los premios que dependen de un jurado, que no los gano yo compitiendo, no pienso en ellos. Si te dan un reconocimiento así, pues claro que se agradece mucho. Significa que alguien valora tu trabajo. Y si no, pues no pasa nada. A seguir trabajando.