Madison Bumgarner rompió el gran sueño de Kansas City

Los Giants de San Francisco se proclamaron campeones de las Series Mundiales con un partido estelar de su pitcher Madison Bumgarner. El equipo californiano fortificó aún más su dinastía proclamándose campeón de la MLB por tercera vez en las últimas cinco temporadas. Lo hizo a costa de los Kansas City Royals, el gran tapado de esta temporada con apenas el decimonoveno presupuesto y el total de home runs más bajo de la competición.

Los Royals habían entusiasmado al país con sus logros inesperados y rozaron la gloria absoluta, forzando el séptimo partido de las finales, pero cayendo en casa (2-3) para enorme tristeza del público local. El principal culpable fue Bumgarner, lanzador de los Giants y MVP de las finales. El pitcher estrella de San Francisco disputó el primer y el quinto partido de las World Series, logrando dos triunfos. Pero al sólo tener dos días de descanso para su brazo, pocos esperaban que pudiese tener un impacto importante en el duelo decisivo. Bumgarner sustituyó a Affeldt en la quinta entrada con el marcador en 2-3, y no dio opción alguna a los Royals, permitiéndoles apenas dos bateos en todo lo que restó del encuentro.

El nombre del zurdo barbudo entra en el panteón de los mejores pitchers de la historia en las Series Mundiales: Randy Johnson, Sandy Koufax, Christy Mathewson, Bob Gibson... y Bumgarner. Además, su media de runs permitidos al contrario en estas finales (0,25) fue la más baja de la historia de la MLB para lanzadores con al menos 25 entradas disputadas.

“He de reconocer que ahora sí estoy bastante cansado, sigo sin creerme todo esto. Ganar así en el séptimo partido es lo más grande que existe”, dijo exuberante el lanzador de los Giants. Ahora, después de más de 270 entradas cubiertas y una campaña más que memorable, Bumgarner puede hibernar tranquilamente como héroe de toda una ciudad.