NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Premios As 2014

Puyol ya tiene su Premio AS

Tipo respetuoso y de valores tan serios como innegociables, Puyol fue capaz de frenar más de una bronca o decisiones poco acertadas por los que fueron sus compañeros.

MadridActualizado a
Puyol ya tiene su Premio AS
ASTV

Admirado por muchos y campeón de todo, Carles Puyol vuelve sonreír, aunque le ha costado. Consciente de que se acabó lo que se daba a nivel profesional y convencido de que si no fuese por el insufrible dolor al que le condenaron sus articulaciones seguiría vivo su sueño de poder “jugar hasta los 40 años”. Pese a ser uno de los personajes más mediáticos de la Gala de AS, el exfutbolista (llegó con su pareja Vanesa Lorenzo) siempre permaneció en un segundo plano. Vestido a lo Simeone (polo, chaqueta y pantalón negro, pero sin corbata), atendió a todo el que le reclamó, esbozando las mejores de sus sonrisas cuando Alfredo Relaño le entregó el Premio AS a su trayectoria, uno de los pocos que le faltaban en su currículum.

Porque Puyol ha sido lo máximo en el fútbol. Tras 15 años peleando en el primer equipo del Barça (estuvo a nada y menos de irse al Málaga, algo que Van Gaal impidió), repasar las conquistas de Puyol dan para entretenerse un buen rato. Seis Ligas, tres Champions League, dos Copas del Rey, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes, seis Supercopas de España, un Mundial, una Eurocopa y la plata en los Juegos de Sydney. ¿Qué les parece?

Puyol fue (y es) emblema del Barça y líder de la Selección. En ambos equipos las vio y vivió de todos los colores. Hizo goles determinantes en el Barça. Puyi fue capaz de silenciar el Bernabéu, brazalete en mano, la tarde del 2-6, o de cabecear, tras sentir el impulso de todos los españoles, el pase a la gran final del Mundial de Sudáfrica. Aquel gol ante Alemania se tituló en AS ¡Visca España!

Tipo respetuoso y de valores tan serios como innegociables, Puyol fue capaz de frenar más de una bronca o decisiones poco acertadas por los que fueron sus compañeros de equipo (el bailecito de Dani Alves y Thiago en Vallecas) o improvisó, minutos antes de alzar la cuarta Champions del Barça en Wembley, que fuese su amigo y compañero Eric Abidal el que la mostrase al cielo londinense. Se le vio feliz hablando de fútbol, con su diploma de director deportivo en la cartera y amado por todos. Un crack.