Las Guerreras tienen una cuenta pendiente con Montenegro

Este Campeonato de Europa está siendo balsámico para la Selección femenina. Llegó con la idea de sacarse la doble espina clavada con Hungría, la anfitriona, y en un partido igualado ganó por un gol, lo que le ha valido a la postre estar en las semifinales de Busdapest; se jugaba el pase a las semifinales en un choque directo, a vida o muerte, con Dinamarca a la que nunca habìa ganando en un Europeo, y la derrotó 29-22. Y ahora, en un partido para llegar a la lucha por el oro, toca Montenegro (18:00, Teledeporte), un rival con el que también existe alguna cuenta pendiente.

Y es que Montenegro, un pequeño país de 600.000 habitantes, independiende desde 2006, que en ocho años ha dado mucho de qué hablar en el balonmano femenino. El 2012 fue su año. Cronológicamente, el Podgorica se impuso en la final de la Champions europea de clubes, luego la Selección gana la plata olímpica, y terminó el año siendo campeona de Europa, título que ahora defiende.

Y para colgarse la plata olímpica tuvo que vencer a España en Londres, 26-27, el día que Katarina Bulatovic destrozó los sueños de las Guerreras con sus 10 goles y su entrada en el firmamento femenino. En realidad, los enfrentamientos entre ambas escuadras se reducen a seis, con dos victorias españolas (la última en el Mundial de 2011 donde se lograría la plata), y cuatro balcánicas, las dos últimas en los Juegos y en el Europeo. Y claro, Montenegro, por su título, por ser el primero del grupo, y por la pareja Bulatovic-Milena Knezevov (63 goles en 6 partidos) para por ser el favorito en esta semifinal.

Silvia Navarro decía que “España se merece una medalla de más brillo que el oro y la plata, y no por la trayectoria en este Campeonato de Europa, sino por los muchos años de trabajo que lleva el grupo”. Verónica Cuadrado, que siguió en Dinamarca el partido de España ante las danesas, y que fue una de las guerreras, estaba satisfecha de sus compañeras “que juegan de maravilla. ¡Que partido!”., pese a los nervios, decía la cántabra, muy interesada de ver cómo se resuelve esta semifina “porque se lo merecen todo”.

 Es la segunda semifinal de España en toda su historia. La primera la ganó hace seis años en Macedonia. Ahora, en el Laszlo Papp Sportarena de Budapest, las Guerreras saben que tienen una cita con la historia en este final de año fantástico del deporte femenino español. Dueñas cuenta con todos, aunque sigue regulando la aportación de Macarena Aguilar, que no está siendo imprescindible gracias a la enorme aportación de Nerea Pena. Y, además, en un equipo en el que parece que el siete titular está definido, resulta que también las jugadoras del banquillo aportan cuando son necesarias.

La otra semifinal, escandinava, enfrenta a Noruega y Suecia. La pregunta de que a qué rival prefieren en la final no tiene contestación por parte española. Ahora, por lo menos, toda la energía está puesta en sacarse alguna batalla perdida contra Montenegro.