El Naturhouse cae desfondado en la pista del Veszprem, 37-31

El Naturhouse La Rioja despide su mejor temporada en la Champions League con una segunda derrota ante el Veszprem húngaro, aunque el 37-31 de este partido no hace justicia a lo que ofreció el encuentro, en el que pese a estar la eliminatoria decidida por los ocho tantos que lograron de renta los magiares en España (23-31), el equipo de González fue peleón y tuvo márgenes de tímidas ventajas en la segunda parte, pero se desfondó psicológicamente con la arriesgada propuesta de atacar con portero jugador (Víctor Vigo) durante más de treinta minutos de encuentro.

No hubo mucha dedicación defensiva, primero porque el Veszprem puede marcar de jugada individual (Ilic) y segundo porque el dos contra dos de su pivote casi siempre fue mortal. Y para contrarrestar esa superioridad física, el Naturhouse apostó por jugar con siete hombres de ataque, con Vigo de central/portero. Mientras él estuvo claro en ataque, el Naturhouse sacó ventaja a esa posibilidad de jugar con doble pivote, dos extremos, y dos laterales. Pero esa situación de cambiar en el momento exacto conlleva un desgaste excesivo, y aunque el Naturhouse se colocó por encima en la segunda parte, esta propuesta es novedosa en el balonmano masculino, y los jugadores locales dieron con la tecla: obstrucción al central, para que no se pudiese cambiar, y goles fáciles cuando se fallaba el lanzamiento.

Por ahí se le escapó la sorpresa al equipo español, que tuvo en Pedro Rodríguez a un extremo poderoso, quizá en su mejor partido en la Champions: 10 tantos. Fue uno de los aspectos que deja el encuentro para los riojanos. El otro, que cayó con honor, la frente alta y mirando a la cara a uno de los equipos más potentes de Europa.