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VELA BARCELONA WORLD RACE 2014 2015

Anna Corbella: la Gran Dama de la vela oceánica española

El miércoles completó su segunda vuelta al mundo, acabando tercera en la BWR. Sólo Ellen MacArthur y Dee Caffari lo habían conseguido hasta hoy.

BarcelonaActualizado a
Anna Corbella y Gerard Marín en la llegada su llegada el miércoles a Barcelona.

Tiene 38 años, y el 13 de abril de 2011 se convirtió en la primera regatista española en dar una vuelta al mundo al finalizar en sexta posición de la Barcelona World Race —Vuelta al mundo a Dos— junto a la británica Dee Caffari a bordo del IMOCA Open 60 Gaes (ex Aviva)  Ayer martes, Anna Corbella amplió su leyenda al cruzar la línea de meta de la misma prueba en tercera posición, junto al gerundense Gerard Marín, también a bordo del Gaes, aunque éste era el ex Gitana Eighty.

Es la tercera mujer que ha dado dos vueltas al mundo sin escalas en regata (sólo lo han conseguido Ellen MacArthur y Dee Caffari), Anna fue sincera: “Me dice poco, porque siento que mi mérito es el mismo que el de Gerard Marín; o que que el de cualquier hombre de la regata”.

 Veterinaria de profesión empezó a dedicarse profesionalmente a la vela en 2009 aunque navegaba desde muy pequeña en un pequeño barco que tenían sus padres. A los 13 años empezó a navegar en la clase 420 donde fue campeona de España de la clase en 1999 y de 470 en 2000, donde estuvo preparándose para ir a los Juegos Olímpicos. De ahí al Mediterráneo y al Atlántico, siempre a bordo de un clase Mini y en 2009 dio el salto a la clase Fígaro.

Anna era ya una experta navegante en solitario y destacó en la Mini Transat 650 de 2009 en que finalizó como primera tripulante femenina en el décimo tercer puesto de la general absoluta y  su nombre entró en la élite de la vela mundial. En 2011 , junto a Dee Caffari, invertiría 102 días, 19 horas, 17 minutos y 18 segundos de navegación en la Barcelona World Race.

El martes, rebajó este registro a 91 días, 5 horas, 9 minutos y 28 siendo también la primera española que lograba un podio en una regata de vuelta al mundo.

A la llegada reconocía que: "Se ha hecho largo en muchos momentos pero ahora mismo yo tenía la sensación de que hacía poco que habíamos salido de aquí. Es una sensación un poco extraña pero si que realmente el último trozo del mediterráneo hemos sufrido un poco y también en el Atlántico". En la última semana semana sufrió un calvario a causa de una lesión en su rodilla derecha y que debe ser examinada. “ Creo que es algo de ligamento cruzado, pero ya veremos”, indicó.

Explicó como se lesionó: "Aún en el Atlántico, cuando íbamos de ceñida y el barco botaba mucho cometí la estupidez de hacer una cosa sin aguantarme con una mano, y en un pantocazo más fuerte de lo habitual salté y caí a unos metros con la pierna mal. Los primeros días fui un cero a la izquierda, me sentaba y le gritaba a Gerard ‘Venga, venga, ¡muy bien!’ Es difícil hacer reposo con ese mar cruzado y el viento de cara, en el Mediterráneo ya no teníamos ola pero sí más maniobras de cambios de velas, así que Gerard ha demostrado que está capacitado para hacer una Vendée Globe ( Vuelta al Mundo en solitario)”.

 Renoció que tanto ella como su compañero Gerard Marín ha vivido su segunda vuelta al mundo con gran intensidad porque: “Creo que los dos hemos vivido una gran experiencia. Desde que acabamos, con equipos distintos, en la pasada edición, teníamos claro que existía la posibilidad de volver y hemos trabajado bastante para esto. Hemos navegado juntos en regatas transatlánticas y creo que el tercer puesto es el resultado del trabajo que hemos hecho. Nos habíamos preparado a conciencia."

“No habíamos renunciado a nada, incluso a ganar. Lograrlo era una posibilidad. Puede que seamos un poco supersticiosos y fijar un resultado antes de la salida es algo que no suele hacerse. Sabíamos que había gente más buena, o con más experiencia, que nosotros y con barcos muy buenos y que estarían delante. Después la gente comete errores o tiene problemas, como nosotros, y nos hemos podido beneficiar de esto y hacer podio", ha apuntado

Sobre la convivencia durante tres meses con Gerard Marín, Corbella ha valorado que: “Lo mejor de Gerard es que es una persona que lo da todo, va siempre al 100%. Cuando había que reparar algo, se volcaba. No es nada perezoso y tiene mucha energía. Lo malo de él... lo dejaré dentro del barco".