Festival del Barcelona para meterse en la Final Four

El 23-25 de la ida en Zagreb no le debió parecer suficiente al Barcelona, que durante toda la semana ha pregonado lo duro que son los equipos croatas. Quizá por la historia, porque ahora el equipo de Vujovic, un mito en la historia azulgrana, es un buen equipo pero no lo suficiente para asustar a los azulgrana. La prueba, el marcador final: 43-21.

Otro rival, el Zagreb, al que tritura la máquina barcelonista. Otro equipo de Champions al que convierte en conjunto de competición doméstica. Y a los extremos, las apo en este encuentro los de Pascual nunca bajaron la guardia, quizá porque había un ambiente de gala en el Palau, porque este era posiblemente el último gran choque de la temporada en casa. Los próximos importantes del Barcelona serán ya en Colonia, en la Final Four del 30 y 31 de mayo, donde luchará por un título que se le resiste.

En cierto modo, el cuadro catalán decidió el partido y acabó las especulaciones de la sorpresa en cinco minutos, con el 4-1 de salida. Es más, estaba motivado, sin cambios en ataque y defensa, a mi por hora, arrollando a los jóvenes zagrebinos imposible de evitar aquel chaparrón. Los tiempos muertos del técnico rival tampoco servían de nada. No era la tarde para sorprender al campeón de Liga español.

Primero Karabatic, luego los extremos Víctor Tomas y Gudjunson, y más adelante Lazarov, pusieron los goles locales, siempre triplicando o doblando al Zagreb, siempre sacando los colores a un equipo que era imposible de evitar los goles de contraataque, con Gonzalo Pérez lanzando balones a sus compañeros como si fuese un quarterback de la NFL americana, un mariscal de campo con una visión estratosférica, que siempre encontraba compañeros para que en cuatro pasos marcases irremisiblemente.

El mérito azulgrana es no bajar la intensidad, en mantener el nivel los 60 minutos, el relevar hombres y los de refresco salir a la misma velocidad pese a salir con todo decidido. Parece que Pascual ya no cambia con reloj, que no regala minutos, que quiere que quien juegue uno lo haga igual que si jugase veinte, y en este choque por lo menos, le salió bien para apuntarse ese 43-21 (23-10) tan contundente.