Ana Montero: "En la sincronizada, espabilamos muy rápido"

¿Cuáles son las sensaciones del equipo de sincro a menos de tres meses del Mundial?

Le hemos dado un giro. Apostamos por la preparación física por encima de todo. Hemos hecho un análisis profundo y determinamos que teníamos que basarnos en una mayor consistencia y contenido en las coreografías. En el Open de París dimos un paso adelante y en el de Brasil nos ratificamos. La impresión de jueces que acudirán al Mundial fue muy positiva. Tenemos un equipo muy nuevo. Por ejemplo, en la última competición solo había dos nadadoras que estuvieron en los Juegos de Londres.

¿Cuál es la situación, por ejemplo, de Alba Cabello o Thais Henríquez, dos de las veteranas?

Alba ya lleva dos operaciones de hombro en un corto periodo de tiempo. Tiene mucho dolor cuando tiene que forzar en los entrenamientos, por eso la estamos dosificando para que llegue bien al Mundial. En sincro es fundamental esa parte del cuerpo. Alba nos aporta otras cosas fuera del agua. El caso de Thais es distinto. Ya no está en nuestro grupo de concentración y no entra en los planes ni de Río ni de Kazán. Decidió ya no echar la beca. Es una grandísima nadadora pero que ya no dispone del tiempo que tenía antes.

La media de edad baja ostensiblemente…

Ahora mismo es de 21 años. Es un grupo con una buena base técnica y con futuro. E incluso por debajo vienen más nadadoras. Hay cuatro que ya van entrenando con nosotras habitualmente y que las veremos en los Juegos Europeos de Bakú. Pero aún hay un salto importante. La madurez no se trabaja, se alcanza a base de experiencia, entrenamientos y competiciones.

La próxima semana (del 8 al 10 en Holanda) se disputa la Copa de Europa con una plaza para los Juegos de Río. ¿Cuáles son los objetivos?

Iremos en la modalidad de equipo y de dúo. Nuestro objetivo es que salga lo mejor posible para intentar dominar cuanto antes las coreografías. Estamos haciendo hincapié en estas dos modalidades, las olímpicas. El dúo y el equipo libre serán novedades. Todo lo que pasó en el Europeo de Berlín fue un tropiezo, pero tenemos que sacarle la positiva. Hay que adaptarse a los cambios y nos pusimos manos a la obra. Esther (la seleccionadora) y yo fuimos al Mundial de Quebec a empaparnos de los nuevos criterios y hemos analizado competiciones.

Una de las medidas fue replantear el cuerpo técnico. ¿Cómo está organizado actualmente?

Anna Vives, la segunda de Esther Jaumà, fue madre a finales del año pasado y nos organizamos de otra manera. Jaumà es la seleccionadora. Yo me encargo del dúo y del solo y Esther se centra más en el equipo con la ayuda de Irina Rodríguez. Yo voy a Barcelona y las chicas vienen a veces a Madrid, tenemos muchas posibilidades. Es más fácil trabajar así. Gemma Mengual también ayuda todo lo que puede y tenemos más colaboradores para casos específicos, como hemos tenido siempre.

¿Cómo cree que se repartirá el podio en el Mundial?

Las competiciones son abiertas. Hay que dar la cara en la piscina. Pero teniendo en cuenta el nivel de Rusia y que compite en casa, pues es muy favorita al oro. Mayuko (exmiembro del cuerpo técnico español) está haciendo un gran trabajo con China, nadadoras que ya poseían una perfecta ejecución. Ahora les ha dado un toque más latino, están interpretando cosas que parecían impensables. También Japón, que organizan los Juegos de 2020, están en auge y tienen júniors potentes. Y está, al margen de nosotras, Ucrania. Están ahí, aunque creó que no han mejorado desde los Europeos. En la sincro espábilamos rápido. Creo que Ucrania es un rival batible.