Ruth Beitia y Alaiz consolidan a España como octava de Europa

No hubo sobresaltos en el Europeo por países de Cheboksary (Rusia). La victoria fue para los anfitriones (368,5 puntos por los 346,5 de Alemania), perdieron la categoría los tres países nórdicos (Suecia, Finlandia y Noruega) y España logró un previsible octavo puesto (230.5 puntos) que supo gestionar con claros y oscuros navegando entre Ucrania y Bielorrusia. La luminosidad la trajo la de siempre, es decir Ruth Beitia, que no pudo ganar, pero fue segunda en altura donde la rusa Mariya Kuchina se creció ante su gente y se elevó por encima de 1,99 a la primera. La de Santander, líder mundial del año con 2,00, falló dos tentativas sobre ese listón y se vio obligada a irse a 2,01. Tampoco pudo. Pero se llevó 11 puntos con sus 1,97. Ruth nunca ha ganado en esta competición, pero su rendimiento es poco cuestionable: 122.5 puntos de 136 posibles.

Otro excelente resultado lo cosechó Roberto Alaiz en 3.000 lisos. El leonés hizo valer su versatilidad (se le da bien desde el 1.500 al 10.000, pasando por los obstáculos) y demostró que es buen finalizador al ser segundo en una carrera “muy lenta” (8:35.07) comandada por el alemán Ringer (8:34.35). A 2:26 acabó los últimos 1.000 metros Alaiz, que tiene la mínima mundialista en 3.000 obstáculos. "El ritmo fue muy alto en los metros finales, pero estoy orgulloso", dijo Alaiz tras su 11 puntos de oro. Sólo Ruth Beitia, Jesús España y él lograron ser segundos en una competición donde la Selección no firmó victorias.

También fueron valorables los 10 tantos que logró Frank Casañas con en el círculo de disco (60.01). No fue un lanzamiento largo, pero suficiente para ser tercero. Hay que destacar el quinto puesto de Sergio Solanas en triple (con marca personal de 16,57, aunque de viento ilegal) y los sextos de Bruno Hortelano en 200 y Fernando Carro en 3.000 obstáculos (el madrileño tuvo problemas de salud esta semana). Falló de nuevo el mediofondo puro (800 y 1.500) donde en cuatro pruebas se sumaron sólo 21 puntos de los 48 que había en juego. Fue la parte más sombría de una delegación española que cubrió expediente en Cheboksary y cuyos atletas ahora deben de mirar (los que no la tienen) a la mínima mundial de Pekín.