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El peor equipo de la historia de la NFL estaba en... Dallas

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Cuando se habla del peor equipo de la historia de la NFL vienen siempre a la memoria dos equipos, los Tampa Bay Buccaneers de 1976 y los Detroit Lions de 2008, equipos que terminaron con sendas marcas de 0-14 y 0-16. Si los Miami Dolphins de 1972, los de la temporada perfecta, no son considerados el mejor equipo de la historia, tampoco los que completaron “temporadas imperfectas” debieran ser considerados los peores equipos de la historia. 

Hay un conjunto que supera en “maldad” a ambos equipos, los desaparecidos Dallas Texans de 1952, un fracaso deportivo, económico y hasta social. Los Texans fueron la última franquicia en desaparecer de la NFL. La mejor definición de ellos era una que decía, “Los Dallas Texans son una desgracia. Son un completo chiste, pero un chiste muy malo”. 

Ted Collins, el propietario de los New York Yanks, devolvió su franquicia a la NFL tras fracasar, primero en Boston, y después en New York. Bert Bell, comisionado de la NFL, decidió por sorpresa dar la franquicia número 12 de la liga a Giles Miller, un financiero millonario de Dallas. Bert Bell se justificó diciendo que tras el éxito de la expansión de la liga hacia el Oeste, era el turno de explorar los mercados del Sur. Giles Miller por su parte aseguró a la liga que en Texas cabía todo tipo de football, de colegio, universitario y profesional. 

El primer partido de los Texans fue el anticipo del desastre que se avecinaba, ese día solamente acudieron 17.499 espectadores al Cotton Bowl, un estadio con capacidad para más de 75.000, y fue su mejor registro. En el plano deportivo la cosa no fue mucho mejor, los Texans fueron aplastados por los NY Giants. En el descanso del partido más de la mitad del graderío ya había abandonado tras ver el ejercicio de futilidad que eran aquellos Texans. En los siguientes partidos las cosas fueron peor, el equipo no solo era incapaz de ganar, sino que la impresión que causaban era lamentable. Tras cuatro partidos en casa el equipo había atraído a apenas 50.000 espectadores. 

El Head Coach Jim Phelan dedicaba apenas una hora al día a entrenar, prefería pasar las tardes en los canódromos locales apostando junto con varios miembros del equipo. Cuando el equipo viajaba fuera de Dallas eran conocidas las descomunales fiestas de los jugadores, dejando numerosas deudas en bares y restaurantes. Cuando faltaban 5 semanas para terminar la competición Giles Miller devolvió el equipo a la liga, no tenía intención de seguir manteniendo aquella ruina deportiva, social y económica. 

Bert Bell entonces decidió mover el equipo a Hershey- Pensylvannia, donde tendría su sede de operaciones mientras que la NFL se hacía cargo de los salarios y desplazamientos. Al carecer de lugar donde jugar pasaría a la condición de equipo itinerante, jugaría como visitante o en campo neutral. 

El día de Acción de Gracias Bert Bell decidió que los Texans jugarían en territorio neutral, Akron – Ohio, ante los Chicago Bears. Primero se celebraría un partido de equipos de High School, y seguido los profesionales. El campo presentaba una excelente entrada, pero al acabar el partido de colegiales los espectadores abandonaron las gradas. La NFL nunca ha facilitado los datos de asistencia aquel día, pero un detalle es muy indicativo, Jim Phelan dijo que no sería necesario anunciar a los jugadores por megafonía, sino que sería suficiente con que pasaran a saludar personalmente a los pocos espectadores que aún permanecían en sus asientos. 

George Halas se tomó el partido a broma, sacó a todos sus suplentes, pero para cuando se quiso dar cuenta perdían por 20-3 al final del tercer cuarto. Entonces mandó al campo a sus titulares, pero era tarde, los Texans tiraron de orgullo y acabarían ganando por 27-23. George Halas terminó el partido abroncando a los árbitros por un par de decisiones polémicas y pateando el culo a sus jugadores de camino al vestuario. 

La siguiente semana el equipo regresó a su rutina. Los Philadelphia Eagles, que no se fiaban de los Texans mandaron a un scout a vigilar los entrenamientos, cuando regresó dijo que no había informe, los jugadores de los Texans dedicaban su tiempo a jugar al voleibol con los palos de gol. Lo que restaba de temporada fueron derrotas ofreciendo siempre una imagen lamentable. Cuando la temporada se cerró la NFL acabó asumiendo todas las deudas y canceló la franquicia. 

Los números de los Dallas Texans asustan. El equipo solo pudo anotar 182 puntos, una media de 15,16 puntos por partido. Fue el equipo que mas puntos encajó, 427, una media de 35,58 puntos. La completa inutilidad del equipo lo simbolizaba sus kickers, los Texans no fueron capaces de anotar un solo Field Goal en 12 partidos, fallaron los 4 que intentaron. En los Extra Points les fue algo mejor, fallaron 7 de los 27 que intentaron. 

El fracaso del equipo no terminó allí, de los 40 miembros que formaban parte del roster, 20 nunca mas volvieron a jugar al football. Jim Phelan, el que fuera Head Coach, nunca mas pudo entrenar a ningún equipo, ni siquiera de colegio. Sin embargo no todo fue negativo, George Taliaferro, QB y RB del equipo fue a la Pro Bowl, y el CB Tom Keane tuvo 10 intercepciones, segundo en la liga. Finalmente el equipo escondía dos perlas, Gino Marchetti y Art Donovan, ambos triunfaron en los Baltimore Colts, el equipo que sucedió a los difuntos Dallas Texans.