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Un dedo en Giants y un giro en la defensa de los Cowboys

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Cada vez falta menos para que termine este tedioso periodo que cada año se acaba convirtiendo en lo peor de la offseason. Unos pocos meses post-draft que salvo eventualidades se acaban convirtiendo en un desierto tan mortal y seco como el de Atacama.

Con esto no intento justificarme, de buen periodista es encontrar historias donde parece no haberlas, sintiéndonos por momentos como los "forty-niners" que a mitad del siglo XIX despedazaban California en esa mítica búsqueda por el oro que como bien habréis intuido, dió nombre a una de las franquicias más victoriosas del deporte americano.

Dentro de lo posible, me gusta ir alternando semanalmente entre los equipos que conforman la NFC Este. Pero estas semanas llenas de rankings redundantes y comentarios sobre lo finos que se encuentran "Gabbert y Trent Richardson" me obligan a cambiar la tendencia, aprovecho además para piropear de buen grado el trabajo de este equipo, que diariamente con la Guía y los aportes en la web (artículos, noticias, podcasts, respuestas...) consiguen aportar un contenido que en esta época del año es difícilmente imaginable incluso en reconocidos medios anglosajones, que en muchos casos optan más por la cantidad que la calidad, así funciona este negocio.

La cafrada anual de esta offseason corresponde a Jason Pierre-Paul, jugador de los NY Giants, que nos ha recordado a Plaxico Burress, ganador hace años al dispararse en el pie.

Pierre-Paul lleva años lejos de cumplir las expectativas que había sobre el tras su importancia en la última SB de los G-Men. Para hacernos una ídea, en ese momento JPP era el proyecto de DL más fascinante que había en la liga, por encima de un JJ Watt que ese año (era un rookie) dejó unos Playoffs maravillosos, el preludio de lo que estaría por llegar.

Mientras tanto, Jason Pierre-Paul se ha amputado el dedo índice y tiene el pulgar fracturado. Lo que dificultará el proceso de rehabilitación. Muchos se preguntarán, bueno, es sólo un dedo. ¡Ni mucho menos!, la posición que JPP ocupa sobre el emparrillado tiene en las manos uno de sus principales motores, por lo que perder uno de los dedos más importantes (índice) puede ser el fáctor definitivo para que este freak físico no vuelva a deleitarnos con su nivel de 2011.

Para la esperanza queda la figura de Ronnie Lott, también se amputó un dedo (meñique), y pese a ello estuvo ocho temporadas más en la NFL. El mismo Lott ha dado un consejo a JPP: "El va a sufrir mucho dolor. Hay de dolores a dolares. Cuando te lesionas por la zona del pie o la mano, el dolor es diferente"

Un dedo que le perseguirá hasta el fin de sus días, una perdida que puede terminar frustrando la prolongación de su sueño millonario y por supuesto, el poder ser una leyenda de la NFL.

Donde unos lloran, otros sonríen. Mientras los Giants se lamentan, en Dallas están de celebración.

La suspensión de Greg Hardy se ha rebajado de 10 a 4 partidos, lo que es un cambio significativo en todos los aspectos. Tras diez partidos es muy difícil tener un impacto en la temporada, por lo que muchos esperaban su impacto de cara a 2016. Con sólo cuatro de suspensión Greg Hardy podrá disputar el 75% de la temporada regular, y convertir a estos Dallas Cowboys en el proyecto defensivo más intrigante de la competición. Si los que deben evolucionar, evolucionan. Si los que no deben lesionarse, no se lesionan. Si los rookies demuestran el potencial que se les presupone. Esto puede ser lo más parecido a pedirle peras al olmo, pero de vez en cuando, y aunque sea a partir de enero, los astros se alinean en la NFL.

En 2014 el líder de los Cowboys en sacks fue Jeremy Mincey con 6, y el equipo hizo un total de 28. Números insuficientes en un aspecto del juego que a día de hoy es prioritario para entender el éxito defensivo.

Tras la semana 4 los Cowboys pueden mejorar sustancialmente, Greg Hardy y Rolando McClain volverán a ser elegibles. Y si por aquel entonces los que ya están demuestran lo que muchos esperamos, volverán a sonar las campanas de favorito en Dallas, pero tras un par de décadas esta vez será de verdad.