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Un español en la NFL

Alejandro Villanueva: "He jugado más al fútbol que al football"

El jugador español de los Pittsburgh Steelers concedió a AS en exclusiva su primera entrevista minutos después de ser confirmado en la plantilla definitiva.

Actualizado a
Alejandro Villanueva se refresca durante un descanso en un entrenamiento con los Pittsburgh steelers.
Steve MellonPost-Gazette

 - ¿Mariano?

- ¡Alejandro!

- ¿Qué tal?

- Muchísimas felicidades, hombre.

- Muchas gracias.

- Tú no sabes lo contentos que estamos. No te haces ni idea de lo contento que estoy. No te lo puedes ni imaginar. ¡Y no me puedo ni imaginar ni lo contento que debes estar tú!

- Muy contento, porque ha sido un proceso bastante largo. Para mí han sido cinco años trabajando muy duro, que este es un negocio en el que se trabaja semana a semana, y tienes que hacerte valer para quedarte en el equipo. Este es un paso nada más, no quiere decir que me vaya a establecer como un Steeler en el futuro. Es una oportunidad para seguir trabajando.

- ¿Entonces tú no tienes la cabeza ya metida absolutamente en los ‘Señores del Acero’? ¿Estás pensando en que hay otras posibilidades en la vida o qué?

- No, no, no,… El equipo es bastante ambicioso y los jugadores siempre tienen que seguir trabajando para ser mejores. El equipo tiene que tomar decisiones por si alguien se hace daño… No quiere decir que porque ya esté en el equipo me vaya a quedar. Yo el año pasado estuve aquí y comprobé cómo se produjeron muchísimas transacciones de jugadores. Lo bueno es que sé que cuentan conmigo y me van a dar la oportunidad de seguir trabajando. El año que viene habrá un draft, y si hay algún tackle bueno lo cogerán y eso me obliga a trabajar a partir de ahora mucho más para conseguir quedarme en este negocio. La clave, el secreto, es siempre estar arriba. Nunca quedarse en medio ni bajar, porque hay jugadores cada año que salen de las universidades que te pueden quitar el trabajo.

- ¿Cuando empiezas a ver claro que te vas a quedar en los Steelers?

- Yo creo que fue cuando fui a hacer la pretemporada a Pittsburgh. El año pasado lo pasé entero aquí y tuve la oportunidad de hablar con los entrenadores casi diariamente. Cuando la mayoría de los jugadores se fueron a trabajar a Arizona o a Florida, yo, como no tenía dinero, me quedé aquí y tuve la oportunidad de concentrarme en hacerme un buen jugador. El hecho de que me mantuviesen en el practice squad un año entero sin saber realmente jugar me hizo pensar que contaban conmigo para desarrollarme y convertirme en el jugador que buscaban. Y antes de ir ya me dijeron que esperaban mucho de mí. Eso me dio confianza en que ellos sabían qué querían hacer y que si era capaz de ponerlo en práctica en los partidos de pretemporada tendría un futuro con ellos. Cuando yo llegué me encontraba muy a gusto con los entrenadores. El año pasado en Filadelfia noté como los entrenadores no pasaban mucho tiempo conmigo, no se dirigían mucho a ti, y eso quería decir que estaba en las últimas posiciones del roster. Hay una verdad que yo no sabía el año pasado y es que realmente cogen cuerpos para el training camp nada más. Que lo que tienes que hacer es darle a la defensa unas jugadas, ayudar a algún jugador si lo necesita, y eso es lo que yo hice en Filadelfia. Allí no contaron realmente nunca conmigo para contribuir de ninguna manera. Este año, en primavera, los Steelers pasaron mucho tiempo corrigiendo mis errores, y entonces ya vi que había mejorado bastante y que tendría la oportunidad de jugar en este equipo en el futuro.

- Todos los aficionados estamos sorprendidos con tu historia. Pasaste en la universidad de línea ofensivo, línea defensivo, tight end y receptor. Todos te teníamos ubicado como un tight end y pensábamos que si entrabas en la NFL lo harías en esa posición, Chip Kelly te probó como defensive end, que parecía una posición que no te pegaba nada y cuando empezaste a trabajar como línea ofensivo también fue un poco sorprendente. ¿De verdad es esa tu posición? ¿Tú no te sientes más a gusto recibiendo el balón como tight end?

- De lo que es asignarme a una posición o proyectar en que posición voy a ser mejor, no tengo mucha idea. Me gusta coger la pelota. Es algo divertido. Es como el fútbol en que todo el mundo quiere ser delantero, pero hay gente que tiene que defender. Yo creo que mis medidas se aproximan más a la de un offensive tackel y la velocidad fue la única cosa que me impidió ser un tight end. Una velocidad no explosiva es un síntoma de que no vales para tight end. Si corriese un 4.9 quiere decir que en el último cuarto de un partido estaría corriendo a 5.3 y eso es muy lento. No sería capaz de jugar como tight end receptor un partido entero y terminaría jugando como tight end bloqueador. Si eres capaz de ganar peso puedes hacer la transición a offensive tackle porque ya tienes un poco más de velocidad en los pies, eres un poco más rápido con las manos y puedes hacerlo mejor. Y llega el momento de tomar una decisión. Cuando llegué a Filadelfia, yo fui con mis guantes de receptor y me dijeron “no vas a jugar de tight end, te vamos a probar como offensive line”. Hice un entrenamiento de offensive line, me dijeron “pesas250 libras, no es suficiente para jugar de offensive line”. Entonces, la última posición que me quedaba era de defensive line. Y es lo único que me ofrecieron. Pero fue una decisión bastante difícil porque yo realmente no quería jugar en la línea de defensa, pero tampoco podía decirle no a un entrenador de la NFL sin tener otra oferta, sin haber ido al draft, no habiendo jugado en cinco años… Así que no fui muy feliz el día que firmé por los Philadelphia Eagles porque creía que era todo una cuestión promocional. Una ayuda a la gente del ejército porque reciben mucho apoyo de la milicia. Creo que esa era la agenda que tenían al firmarme. Cuando jugué contra los Steelers, Tomlin me vio y, exactamente hace un año y una semana, me dijo “vamos a firmarte un contrato de practice squad, pero queremos comentarte tu posición, creemos que puedes jugar de línea defensa, pero también podemos verte como un offensive tackle si hacemos un proyecto contigo y, si alcanzamos las expectativas, cogerás también el balón un poco”. Me dieron a elegir entre las tres y me decidí por la offensive line. Me gustó mucho el entrenador que tenía allí y empecé a ganar peso, llegué a un punto de no retorno y me quedé en ella.

- ¿Qué hay que hacer para ganar el peso que has ganado tú en un año? Porque parece imposible.

- La verdad es que el año pasado, cuando estaba en el ejército, estaba intentando perder peso. Estaba preparando una maratón. Mi hermano y yo competíamos por ver quién hacía más abdominales, corría más en la playa... Una competición entre ambos para ver quién estaba más en forma. Y acabamos los dos bastante delgados. Una vez que empecé a jugar al fútbol americano, y dejé de hacer dietas, de correr largas distancias, naturalmente empecé a ganar peso porque el mío normal es de 290 libras. Es lo que peso yo normalmente sin intentar hacer mucho ejercicio y sin intentar comer mucho. Empecé a forzarme a comer para intentar ganar peso, sobre todo porque mi técnica no es perfecta. Al no tener una técnica perfecta, cuando un defensor hace un bullrush, tener 20 o30 librasde más te ayuda a, simplemente, pesar más, parar al defensor y hacerle llegar un poco más lento. Cuando hay una protección de cinco jugadores nada más, y no hay ningún tight end ni corredor ayudándote, te ayuda bastante pesar mucho. Hay tackles en la NFL que pesan mucho, se ponen en el medio y son muy difíciles de tirar para atrás. Sobre todo si son muy altos como yo. Lo vi como una especie de estrategia. Si soy capaz de pesar340 librasno tengo que tener la técnica perfecta de un tackle que pesa 305 o 315 y puede flexionar las rodillas hasta abajo y utilizar su palanca natural. Por eso, mi ganancia de peso fue una estrategia.

- TE aseguro que jamás en mi vida había visto cinco partidos fijándome solo en un jugador de línea. La sensación que hemos tenido todo el rato es que te mueves mucho más a gusto en el lado izquierdo. Por eso nos ha sorprendido el cambio a la derecha que hicieron a mitad de pretemporada. También nos parece que estás mucho más a gusto en cobertura de pase que abriendo puertas a la carrera. Conseguir llegar al segundo nivel todavía parece costarte. ¿Eso lo puedes ganar? ¿Son sensaciones ciertas o no lo ves de esa manera?

- Hay dos factores que influyen bastante. Yo jugué en el lado izquierdo cuando estaba en la universidad. Yo no sabía jugar en el lado derecho. Es una cosa que tuve que aprender en el training camp. Me dijeron que si quería estar en el roster tenía que jugar en los dos lados. No podía jugar solamente en un lado. Tendría que hacerlo en los dos, porque sería el tackle reserva, así que tuve que hacer un esfuerzo para aprender a jugar al lado derecho. Una persona diestra tiene mejor visión en el ojo izquierdo. Cuando estoy en la línea, soy capaz de ver mucho mejor en el lado izquierdo que en el lado derecho. Cuando aprendí las jugadas lo hice para el lado izquierdo y tuve que hacer un ajuste para el lado derecho. Cuando haces ese ajuste se te olvida un poco el jugador que está, o cómo usar los brazos. A mí me gusta mucho pegar el puñetazo con la mano izquierda y cuando estoy en el lado derecho no soy capaz de coordinar el puño de la mano derecha de esa misma manera. Por eso pedí jugar lo más posible en el lado derecho. Para ajustarme más a la posición y creo que al final me encontré bastante cómodo. Sobre el otro aspecto que comentas, la protección de la carrera ha sido un tema del entrenamiento. No hemos corrido con la pelota lo mismo que la hemos lanzado. Ni en pretemporada ni en los entrenamientos. Uno de los motivos es que la gente se hace mucho daño y ha sido un training camp bastante duro y han tenido que reducir el número de veces que se corría con la pelota. No sé si era por la defensa, pero realmente solo se lanzaba la pelota. De hecho, cuando estaba Landry en el campo solamente se lanzaba la pelota. Intentamos 46 pases de 62 jugadas en el primer partido y no es una cosa normal. Por eso intenté centrarme en defender los pases. Correr la pelota era algo extra. Yo entré a jugar al tackle sabiendo correr la pelota mucho mejor, porque es lo que hacía en la universidad, y sobre todo el año pasado noté que estaba mucho más cómodo corriendo la pelota que protiendo el pase, pero en este último año he sobre entrenado mi deficiencia de no saber cubrir el pase, porque en la universidad jugábamos la triple opción y nunca me movía hacia atrás. Por eso me he pasado un año entero concentrándome solo en saber usar los brazos para parar a los defensores e intentar doblar rodillas, no echarme mucho para adelante y eso se ha notado al final.

- Otra cosa que nos ha llamado la atención es que partido a partido se ha notado tu evolución. ¿Dónde está tu límite?

- Es que realmente esto consiste en combinaciones de jugadas contra frentes. Yo todavía no he visto todos los frentes defensivos ni he jugado todas las jugadas del playbook contra todos los frentes defensivos. Hay veces que la primera vez que hago una jugada contra un frente defensivo no la hago bien porque es una combinación que no había visto nunca. La segunda vez que la veo ya he aprendido, he podido corregir con el entrenador, y espero haber mejorado. Hubo un par de ajustes en el último partido, del safety viniendo, que tuve que hacer porque me llamó la atención el entrenador. También influye que nosotros, los Steelers, jugamos una 3-4 y nos hemos enfrentado a tres equipos en 4-3. Yo nunca había jugado contra un equipo en 4-3 y tuve que aprender cómo hacer eso. Y no hemos tenido mucha práctica corriendo el balón. No sé si ya lo dan como sabido o realmente tiene tantos quarterbacks y tantos receptores que pasar es la forma más eficiente de ganar en esta liga. Parar los blitzes lo consideran lo más difícil porque hemos pasado mucho tiempo esforzándonos en parar los blitzes, en proteger al quarterback y la evolución espero que siga siendo para mejor. No solo en correr la pelota, que también tengo que mejorar en proteger el pase.

- Jugaste contra Mario Wilkliams como un campeón. No tuviste una sensación de tener enfrente una estrella de la Liga y que puedes competir contra los mejores.

- La verdad es que es una cosa que pensé. Cuando yo empecé a jugar al football americano, lo hice de defensive end y fue el mismo año que Mario Williams salió el número 1 y yo, lógicamente, me fijé en lo que hacía él para intentar imitarle y ser igual de bueno. El es un jugador muy bueno pero la verdad es que no hay tanta diferencia entre los jugadores de la NFL. Hay muchas jugadas, hay mucho potencial en todos los jugadores. Lo que realmente tienes que ver es, como dice un entrenador, caras grises en todos los jugadores. Independientemente de quién sea, tienes que ir a jugar tu mejor partido con tu mejor técnica y olvidarte de quién es la otra persona. Yo tuve una buena oportunidad de jugar contra un jugador como él, pero sea él, o alguien que no fue drafteado, tienes que usar siempre tu mejor técnica porque cualquier persona en la NFL puede hacer una jugada esplendorosa, y entonces no es solo Mario Williams. Todos los jugadores contra los que he jugado esta pretemporada han sido muy buenos y yo espero no perder esa consistencia ni intimidarme por la persona con la que voy a jugar.

- Nunca he visto un jugador que está cinco años alejado del football entre el college y la NFL y termine jugando. Puede ser el primer caso en la historia. ¿Cual es tu secreto? ¿Fuerza de voluntad? ¿Calidad? ¿Cómo has conseguido algo que no había sucedido nunca?

- Creo que hay dos factores. Como dice un tío mío, que monta en bici, uno es que mis piernas no tienen muchas millas. No jugué en high school durante cuatro años y no me machaqué. Tampoco jugué mucho al rugby. He nadado, la natación es el deporte que más he hecho toda mi vida. Es una ventaja estar sano. No he necesitado nunca, gracias a Dios, una cirugía ni en las rodillas ni en los brazos, y siempre he estado bastante sano toda mi vida. Eso ha sido muy bueno. El segundo factor es que mis padres no se han preocupado nunca de si era el número uno o el número dos, pero sí que les ha preocupado mucho que practicara diferentes deportes. También le cuento mucho a mis compañeros que aunque sea un jugador porfesional de football americano hasta el día de hoy he jugado más al fútbol que al football y eso me ha hecho desarrollar una agilidad que no se encuentra en muchos jugadores que hay en el football americano. Eso me ha permitido jugar de receptor, en línea de defensa, de tight end… El haber jugado al baloncesto, al fútbol, al tenis, al rugby, haber nadado, me ha dado una habilidad y unas cualidades que me ha hecho adaptarme rápidamente a cualquier situación. Luego he intentado hacer primero las cosas básicas bien, y hasta que no lo he conseguido no me he puesto a hacer cosas más complicadas. También he tenido mucha suerte con tanta gente ayudándome a mi alrededor, intentando ver mi potencial. Y al final las cosas han salido bien.

- ¿Tú te ves en esta temporada recibiendo un pase de touchdown de Big Ben?

- Sí, por supuesto. Creo que tengo el potencial, tengo que concentrarme y tengo que pensar lo mismo que te decía Con Mario Williams, que no me tengo que intimidar por la persona que tengo enfrente, tener la mentalidad que tenía cuando jugaba de receptor y, lógicamente, ir al salto y coger la pelota.

- ¿Estáis ya trabajando en jugadas de engaño a las que tanto les gustan a los Steelers pensadas específicamente para ti?

- Todavía no lo sé, sinceramente. Como no hemos empezado con ningún plan para ningún rival todavía no te puedo decir ninguna jugada.

- ¿Quién es el tipo más divertido que hay en el vestuario de los Steelers?

- La verdad es que todos. Son muy buena gente todos, la verdad. Antonio Brown es una persona bastante relajada, muy trabajadora, se le describe como mejor trabajador que jugador y es un ejemplo del jugador ideal. Una persona que trabaja muchísimo en los entrenamientos y luego se nota en el campo. Big Ben es una persona muy competitiva, la verdad es que gana en todo, sabe las situaciones en las que tiene que ganar y compite en todo lo que hace, no solamente en football. Es muy buen profesional y ojala pueda ganar muchas más Super Bowls en su carrera. James Harrison es la persona más entretenida. Trabaja incluso más que Antonio Brown, tiene 37 años y una actitud bastante intimidante. Yo tuve que ir contra él un año entero y me ha gustado mucho estar a su alrededor y aprender de él.

- Antonio Brown ha hecho bastante declaraciones es esta pretemporada hablando sobre ti y parece que te ha cogido un especial cariño ¿Cómo te han recibido en este vestuario? ¿Cómo te sientes? Porque después de ver cómo te trataban en el combine de Detroit, parece que casi eres una personalidad en EEUU.

- Yo no creo que sea una personalidad. Es una dinámica diferente a lo que es el deporte en España. Yo crecí en España y todo lo enfoqué a cómo es el deporte en España. Como es el Real Madrid, cómo es la liga de fútbol, que es lo que hay que hacer para ser un futbolista,… En el football americano todo es totalmente diferente. En el football americano realmente cada verano hay una limpieza de casa y hay mucha gente que entra y sale. Jugadores como Antonio Brown, que fueron infravalorados en la universidad, entienden y respetan mucho a los jugadores que están intentando hacerse un nombre. Él no solo se lleva bien conmigo, se lleva bien con todos los jugadores del equipo, es de las personas más carismáticas y más amigables que he conocido en este deporte.

- El 22 de septiembre cumples 27 años. Debutar en la NFL con esa edad y triunfar es complicado. ¿Cuántos años te ves jugando en la NFL?

- Pues yo diría que siete u ocho años, la verdad. Volviendo al tema del que hemos hablado antes, no me noto mayor. Hay gente con 26 años en el equipo que ha tenido ya cinco o seis cirugías en las rodillas, los tobillos, los hombros. Yo todavía estoy sano. Todavía me encuentro perfectamente. Me encuentro muy ágil. No he bajado la intensidad en los entrenamientos. Realmente me siento como un chaval de 22 años. Ojala tenga suerte y pueda extender mi carrera lo más que pueda.

- ¿Cómo te gusta que te llamen, Alejandro, Ali o Ale?

- Alejandro (risas). Lo de Ali ha sido una americanada, mi nombre es Alejandro de toda la vida y bueno, mi familia me llama Ale, pero Alejandro.

- ¿Que les puedes decir a todos los que te siguen desde España?

- El deporte español siempre se ha sentido un poco pequeño. Yo lo he notado siempre, desde que era niño. Pensamos que los españoles no somos los mejores, pero luego miras alrededor y realmente en todos los deportes hay españoles que están haciendo grandes cosas. Es una cultura muy deportista. Siempre nos sentimos un poco inferiores a los demás países, pero la agilidad innata que hay en el deporte español, la valentía y la voluntad de ganar y llegar al éxito está en la cultura española. Es algo que yo siempre he seguido. Siempre he querido ser el número 1, ser el mejor, es una cosa que se le atribuye a otras culturas y nunca a la española, pero yo creo que realmente la cultura española es de ser el número 1 y ojala que en el football americano llegue a ser el número 1, ojala que pueda ganar muchas Super bowls y pueda ser un jugador famoso, pero al final un día como hoy, también estoy muy contento de cómo han salido las cosas, de que estoy sano, de que tengo una familia que me quiere, y de todo lo que puedo hacer por el football americano en España. Cuando pase por Madrid a ver a mi hermana, me pasaré por alguno de los equipos para ver si puedo ayudar en lo que pueda.

- ¿Qué impresión provoca saber que el jueves que viene vas a estar en Foxboro, enfrentándote a Tom Brady y a los campeones actuales de la NFL en la inauguración de la temporada?

- El año pasado jugué contra ellos en pretemporada y lógicamente no es lo mismo. Pero yo creo que en football americano, aunque haya una batalla grande, hay muchas batallas individuales. Y eso es realmente en lo que se enfoca un jugador: el jugador rival al que te vas a enfrentar. Yo juego en ofensiva y nunca me enfrentaría a Tom Brady. En pretemporada hemos estado muy ilusionados y ojala ganemos para tener un buen récord que nos mande a los playoffs.