Sin piedad en los últimos retoques de los roster de la AFC Norte
Alea jacta est. La suerte está echada. Cual César cruzando el Rubicón, las franquicias de la AFC Norte han sellado su destino con la composición de sus plantillas de 53 jugadores, con quienes intentar el asalto a los preciados laureles. Todas las esperanzas de sus seguidores están detrás de unas decisiones difíciles de tomar, puesto que la valía deportiva no ha sido el único aspecto analizado. Una plantilla debe estar equilibrada. Mala gestión sería debilitar una posición en beneficio de otra, aunque suponga cortar jugadores con más talento. Hay que tener en cuenta además a los equipos especiales. La oscura pero eficaz labor en ellos puede significar el pasaporte para retener una plaza en la plantilla por delante de otros compañeros, quizá con un juego más excitante en defensa o en ataque. Otra circunstancia a valorar es el estado de salud. Por un jugador de calidad contrastada, un equipo puede esperar; por alguien que no esté consolidado, no. También hay que considerar las jerarquías del vestuario, porque una competición no sólo se gana en el campo. Y no olvidemos cuestiones de índole económica, calculando hasta qué punto merece la pena retener a un veterano sobre un novato que, aunque no sea tan bueno, ahorra espacio salarial. Múltiples factores cuya combinación origina un resultado que, en ocasiones, causa estupor al aficionado. Nadie dijo que iba a ser una lucha justa. Siguiendo el espíritu latino del artículo, “dura lex, sed lex”. Dura ley, pero es la ley.
Para regocijo de los aficionados patrios, tal como anhelábamos, los Steelers han retenido en su plantilla a Alejandro Villanueva. Su calidad, esfuerzo y dedicación, han merecido la ansiada recompensa. Se lo había ganado a pulso, pero a la franquicia acerera no le ha costado tomar la decisión porque tras la catástrofe en forma de lesiones que ha sufrido en su línea ofensiva, los 8 jugadores que pasaron el corte eran probablemente los únicos sanos de la unidad. Más difíciles de entender son otras decisiones. Algo no ha debido gustarle a Tomlin cuando ha preferido traer de fuera a un RB (Todman), un CB (Cockrell) y un DE (Lyons) en detrimento de otros jugadores que han hecho toda la pretemporada con ellos como Harris, Grant y Chickillo. Especialmente llamativo ha sido el corte de estos dos últimos, ya que supone que de los 8 novatos seleccionados el pasado draft, sólo 5 sobreviven, y uno de ellos está en la lista de lesionados para toda la temporada. También llama la atención que el QB suplente Jones siga en la plantilla tras su decepcionante pretemporada y el fichaje de Vick. Probablemente salga del equipo a medida que haya que reincorporara a los sancionados Bell (RB) y Bryant (WR).
A los Browns se les podrá acusar de no reunir mucha calidad en su cuerpo de receptores, pero no será por falta de cantidad. Nada menos que 7 componen la plantilla inicial de la liga, incluido Terrelle Pryor, cuya lesión le ha impedido lucir en pretemporada, y su adaptación al cambio de posición no parece aún demasiado refinada. Además, también me parece un tanto desequilibrada la presencia de 8 jugadores en la línea defensiva cuando sólo hay 7 en la línea ofensiva... y sin entrenador de posición, porque ha sido suspendido indefinidamente por un club que no conoce la palabra tranquilidad. Por lo demás, no se han andado con chiquitas con los cortes. Si se desprendieron del NT Taylor, pick de 1ª ronda de 2011, menos problemas iban a tener para prescindir de la cuarta ronda de este año, el WR Mayle, ni de mandar a su tercera de 2014, el RB West, a los Titans a cambio de un pick de 7ª ronda condicional. Dado que el novato Johnson aún no está del todo recuperado, es muy posible que en estos días contraten a algún RB veterano. A quien se han visto forzados a fichar de emergencia ha sido al QB Austin Davis como contratiempo inesperado porque el codo de Manziel no termina de recuperarse.
Los Ravens, fieles a su filosofía, no pierden oportunidad de hacer negocio. La profundidad de su magnífica línea ofensiva les ha permitido traspasar al center Easton a los 49ers a cambio de un pick de draft, obteniendo nuevamente algo, a cambio de un jugador que iban a perder por nada. Sin embargo, otro de los movimientos más señalados se ha producido por todo lo contrario: la falta de profundidad. Esta es la razón que ha motivado a la “estrella” de Hard-Knocks, el CB Charles James, a buscar fortuna en el equipo de prácticas córvido en espera de una oportunidad. Dado el historial de lesiones de los componentes de la plantilla, y que extrañamente sólo han retenido 5 jugadores en esta posición, es muy posible que no tarde mucho en recibirla. Por lo demás, como era previsible, el conjunto de Baltimore ha vuelto a conformar una extraordinaria plantilla, aunque volviendo al inicio del párrafo, no descartemos que persigan mejorarla aún más. Las adquisiciones de otro RB y de un especialista en retornos podrían estar en su horizonte.
El caso de los Bengals podría entrar dentro de una de las categorías citadas al inicio del artículo. Seguramente, ni el DE Hunt ni el CB Lewis-Harris han hecho méritos para quedarse en la plantilla por delante de otros compañeros rookies que han debido conformarse con recalar en el equipo de prácticas, pero las lesiones de Michael Johnson y Dennard en sus respectivas posiciones, abren la puerta a estos veteranos a permanecer, de momento, en el club. Es el efecto mariposa que penaliza a los jóvenes en un club conservador donde suele prevalecer “lo malo conocido” a “lo bueno por conocer”. En el lado opuesto, la lenta rehabilitación del LB Burfict de su lesión de rodilla del año pasado le ha dado la oportunidad a Carter de hacer valer su excelente pretemporada para prolongar su presencia entre los elegidos. Un dato a destacar es que los 9 jugadores escogidos el pasado draft siguen en la franquicia, lo que a priori muestra el acierto de estas elecciones.