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Miami Dolphins 14 - New York Jets 27

Los Jets ganan en Wembley a unos Dolphins que dan pena

La era de Philbin como coach en Miami parece que ha llegado a su final.La fiesta no pudo ser azul y blanca como se buscaba.

Actualizado a
Chris Ivory y los New York Jets arrollaron a los Dolphins en Londres.
Kirby Lee-USA TODAY SportsUSA Today Sports

La fiesta estaba hecha para que fuera en azul y blanco. Por las calles, en el metro de camino al estadio y en las gradas de Wembley, eran los colores de los Dolphins los que más lucían.

Al sonido de London Calling, clásico de Clash, este Wembley que se parecía mas a Miami, con un día de sol precioso, explotó en el momento que Dan Marino, quarterback leyenda de los Dolphins, entró en campo como capitán honorario del equipo para recibir la plantilla antes de los himnos estadounidense y británico.

Aunque unos pequeños ¡J.E.T.S… JETS JETS JETS! intentaban, tímidamente, salir de vez en cuando, era evidente que el público iba, en su gran mayoría, con los Dolphins. Pero, para la desgracia del equipo de Miami, la animación y optimismo se quedaron en la grada.

Diferente de su afición, este equipo de los Dolphins es triste. Triste como su entrenador. Ineficiente. Incapaz. Sólo Jarvis Landry parece demostrar, en campo, algún tipo de inconformismo y espíritu de lucha ante la situación lamentable que este conjunto se encuentra.

El primer drive de Miami fue un desastre, como su comienzo de temporada. Un primer down y punt, que los Jets contestaron, inmediatamente, con un pase de casi 60 yardas para Brandon Marshall. Dos carreras después, touchdown de Chris Ivory. 0-7, así de fácil.

La situación ya parecía complicada para Joe Philbin antes del partido. Mucho se esperaba de su equipo que invirtió mucho, tras tres años en Florida, no sólo no logró conseguir llegar a los Playoffs, como ni siquiera llegó a una campaña con récord ganador.

Philbin llegó a Londres con dos derrotas en tres partidos y un equipo sin cohesión, tanto en ataque como en defensa. Ryan Tanehill, joven y prometedor quarterback, no se ha encontrado ni en Florida ni en Londres. Le faltan confianza, ritmo, acierto.

Tardó sólo dos drives y sólo un primer down para que sonaran los primeros pitos en Wembley. Los Dolphins de Philbin no convencen ni a su afición.

Mientras tanto, ajeno a los problemas de su rival, seguía el show de Brandon Marshall, que en dos drives ya tenía tres recepciones para 89 yardas.

El segundo touchdown no subió al marcador en el primer cuarto porque los árbitros no pitaron un escandaloso pass interference de Brice McCain a Brandon Marshall. En la línea de 10 yardas, los Jets patearon para ampliar la ventaja. 0-10. Miami aguantó, pero perdió a su mejor corner, Brent Grimes, lesionado.

La pesadilla de los Dolphins seguía. Tras un buen retorno de30 yardasde Jarvis Landry, Muhammad Wilkinson saqueó a Tannehill en la primera jugada, forzando un fumble que Lamar Miller recuperó milagrosamente. Tres y fuera. Silencio en Wembley.El primer cuarto terminó y Ryan Tannehill tenía sólo 3 pases completados para 25 yardas.

Primera jugada del segundo cuarto: sack de David Harris,10 yardasperdidas. “¡Qué malos son estos Dolphins!”, gritó un aficionado, con acento británico y la camiseta de los Steelers. En aquel momento, era difícil argumentar en contra suya, la verdad.

Los Jets seguían a su bola. Ryan Fitzpatrick completó un precioso pase de 26 yardas para Eric Decker, que lo pilló con una mano y consiguió una conversión de tercer down. El drive terminó con un field goal. 0-13 Jets y los Dolphins dando la sensación de equipo de categoría inferior, tanto en ataque como en defensa.

Jarvis Landry único jugador de Dolphins en dar la cara durante el partido.
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Jarvis Landry único jugador de Dolphins en dar la cara durante el partido.Matthew ChildsREUTERS

Cuando nada parecía funcionar para Miami, brilló la estrella de Jarvis Landry, que corrió para 14 yardasen un reverse y consiguió una falta de interferencia en cima de Darrelle Revis para casi 40 yardas. Revis interfirió a Jordan Cameron la jugada siguiente y, en un pase de ocho yardas para el tight end Jake Stoneburger, los Dolphins.

En un drive que comenzó en su línea de 20 yardas, los Dolphins marcaron con sólo la carrera de Landry y dos pases de 8 yardas, ambos para el desconocido Stoneburger.

El touchdown despertó a la grada que volvió a apoyar a su equipo que empezó a jugar bien en defensa y forzar a Fitzpatrick a cometer errores, fuera de su zona de confort.

Pero los Jets fueron pacientes y no dejaron de insistir con la carrera. Chris Ivory tenía ya 89 yardas y 1 TD antes del descanso.

Y la jugada de la primera parte vino en un tercer down, faltando 2 minutos para el descanso, cuando Fitzpatrick logró escaparse de un sack y salió a correr, regateando a un par de defensas para 19 yardas.

Un minuto y medio después, el barbudo completó un pase de 10 yardas para Eric Decker que puso a los Jets una vez más en total control del partido: 7-20.

Todavía quedó tiempo para que los Dolphins tuvieran otro tres y fuera y salieran del campo para el vestuario bajo los pitos enfadados de su afición.

Los Jets volvieron con el mismo ritmo a la segunda parte. Y la defensa de los Dolphins, siguió un coladero. Con carreras de 14 yardas de Fitzpatrick y 24 de Ivory, el equipo de Nueva York marcó su tercer touchdown con una carrera de goal line de Zac Stacy. 7-27.

La deseperación de los Dolphins era tan evidente que, antes de la mitad del tercer cuarto, ya empezaron a ir en cuarto down: cuarta para dos yardas, en la línea de 48 de los Jets, Ryan Tannehill intentó conectar con Cameron en un pase de 10 yardas en la lateral. Incompleto. Balón para los Jets. Depresión.

El drive siguiente, la misma situación de prácticamente el mismo sitio. Sólo que el pase incompleto fue para Kenny Stills. Estos Dolphins dan pena.

Landry seguía el único Dolphin en campo. Con tres minutos jugados del último cuarto, un retorno suyo para 38 yardas puso su ataque en excelente posición, en la línea de 37 yardas de los Jets. Tannehill sacó provecho y, con un pase de 10 yardas para Kenny Stills, acortó distancias: 14-27.

Los Jets relajaron y, tras un tres y fuera dentro de su propia línea de 20 yardas, dieron la oportunidad de que Landry retornara otras 25 yardas, dejando el bajón en la línea de 40 yardas de los Jets.

Tres first downs después, en la línea de1 yarda, fue de nuevo Landry, que cogió el pase para el touchdown que hizo la grada azul de Wembley explotar.Que pena que no valió. Interferencia de ataque del rookie DeVante Parker.

Cuatro jugadas después, en un cuarto down a falta de 4 minutos para el fin del partido, en la línea de 10 yardas, Tannehill intentó una vez más encontrar a Landry en la endzone. Pero el pase terminó en las manos de Darrelle Revis. Interceptación. Y de nuevo silencio en Wembley.

A partir de ahí las gradas coloridas de azul de Wembley empezaron a vaciarse bajo los gritos de “¡Echen a Philbin!”. Con el marcador final en27 a14 para los Jets, una tarde que había empezado feliz para los aficionados de Miami en Londres terminó triste. Triste como estos Dolphins.